El líder ultra de Boca Juniors, Rafael Di Zeo, vetado de todo evento deportivo en Argentina tras amenazar a Bullrich y a otros funcionarios
El líder de la barra brava de Boca Juniors, Rafael Di Zeo, ha sido objeto de medidas severas por parte del gobierno argentino tras amenazar a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y a otros funcionarios. Esto ocurrió después de que se le impusieran sanciones a miembros de su grupo, “La 12”, como parte de un esfuerzo para frenar la violencia en el fútbol. En un audio divulgado por Infobae, Di Zeo expresa su enojo por las sanciones impuestas a dos de sus colaboradores más cercanos, Fabián Kruger y Fernando Gatica, quienes recibieron una restricción de concurrencia debido a su participación en incidentes violentos ocurridos durante un partido entre Boca Juniors y Gimnasia en Rosario.
En el mensaje de voz, Di Zeo amenaza directamente a Bullrich, asegurando que, si ella no cambia su enfoque, se “irá a la guerra”. Mencionó que su grupo está dispuesto a causar caos y violencia en los eventos deportivos, especialmente atacando a miembros del Ministerio de Seguridad y a funcionarios involucrados en el programa Tribuna Segura. El líder de “La 12” también expresó su desdén por las decisiones gubernamentales y dejó claro que está dispuesto a tomar represalias.
Como resultado de estas amenazas, el Ministerio de Seguridad aplicó una medida de restricción a Di Zeo, prohibiéndole asistir a cualquier evento deportivo en Argentina de manera indefinida. Esta decisión fue formalizada mediante la Resolución 1167/2024 publicada en el Boletín Oficial, y refuerza el compromiso del gobierno de frenar la violencia vinculada con las barras bravas. Además, Bullrich presentó una denuncia penal por amenazas e intimidación pública, reafirmando su postura de no ceder ante las intimidaciones.
Este conflicto refleja la creciente tensión entre las autoridades gubernamentales y las organizaciones de barras bravas, quienes históricamente han ejercido un poder considerable en el fútbol argentino, a menudo involucrándose en actos de violencia y extorsión. El gobierno, por su parte, continúa buscando maneras de implementar medidas más estrictas para controlar este fenómeno.