Rusia está construyendo una ciudad paraíso para que vivan los occidentales que estén hartos de todo lo woke
Quienes estén hasta los cojones de Occidente, en breve van a tener un pequeño paraíso en Rusia. Bueno, en realidad, por ahora, parece que no va a ser para todos los occidentales, sino solo para estadounidenses y canadienses. Pero se acabará abriendo a los europeos, seguro. Está claro que Putin ha querido mantener en esa imagen de “bastión de lo tradicional” frente al liberalismo occidental y todo lo woke, en muchos aspectos: desde la religión, la homosexualidad o el género.
También es cierto es que hay muchos occidentales que también apoyan la ideología rusa y sus valores. Para ellos, Rusia va a construir una aldea de inmigrantes expatriados estadounidenses y canadienses conservadores. Para gente como Steven Seagal y otros estadounidenses que han acabado prefiriendo vivir en Rusia antes que seguir viendo como las naciones occidentales van cayendo una a una.
Sobre el proyecto
Los planes fueron anunciados por Timur Beslangurov, socio del bufete de abogados VISTA Immigration, quien, según los medios rusos, estuvo involucrado en el desarrollo del proyecto. Esta pequeña ciudad, si puede llamársela así, tendrá espacio para 200 familias de inmigrantes conservadoras que no son rusos pero quieran residir en el país por sus ideales. Según la agencia de noticias estatal RIA Novosti, el gobierno regional aprobó la construcción para 2024 en el distrito de Serpukhov, al sur de la capital, pero serán los propios inmigrantes que vivan allí quienes financiarán el asentamiento.
¿Para quiénes es?
“Básicamente, son cristianos ortodoxos, estadounidenses y canadienses que, por razones ideológicas, quieren mudarse a Rusia”, explicaba Beslangurov. El abogado afirma además, sin ofrecer ninguna evidencia o datos, que “decenas de miles” de extranjeros sin raíces rusas quieren mudarse a Rusia por razones ideológicas, pero se enfrentan a enormes problemas burocráticos con la ley de inmigración del país. “Las razones son conocidas, es la imposición de valores radicales de izquierda liberal en Occidente, que básicamente no tiene límites”, señalaba.
¿Por qué?
Hay que tener en cuenta que durante la última década, Putin se ha encapsulado en un discurso que retrata a la nación rusa como un país defensor de los valores morales y religiosos “tradicionales”. De hecho, firmó un decreto en septiembre que hablaba sobre una “batalla por la supremacía cultural” en el escenario mundial y advertía sobre “la imposición agresiva de puntos de vista neoliberales por parte de varios estados”. Dijo que Rusia estaba en una “posición única” para defender y difundir puntos de vista conservadores.
Y lo cierto es que, si bien Rusia está en constante batalla con todas las administraciones estadounidenses, a excepción de la de Trump, sobre todo desde el inicio de la guerra y el despliegue de armamento, Putin ha querido hacer suyas las causas de muchos conservadores occidentales y miembros del partido republicano de EEUU, como aprobando leyes que restringen los derechos LGBTQ+. Incluso algunos medios de comunicación estatales rusos brindan al partido de Trump una cobertura favorable, retransmitiendo vídeos del expresentador de Fox News, Tucker Carlson. Impensable en España, donde hasta los supuestos medios de la derecha se dedican a increpar a Trump a diario (a pesar de que ya no está en la Casa Blanca) mientras lavan la imagen de un presidente senil que es incapaz de articular palabra y que normalmente no sabe ni donde está.
En relación a la inmigración de expatriados, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia afirmó a principios de mes que más extranjeros están llegando al país este año: un 17,6 % en el primer trimestre de 2023 en comparación con el mismo período de 2022. Muchas de estas personas podrían provenir de China y algunas naciones de Asia Central, como Uzbekistán y Kazajstán.
