La Corte Suprema rechaza involucrarse en la disputa entre Trump y Biden por los documentos secuestrados por el polémico FBI
Los magistrados se negaron a hacer lugar a la petición de Trump, que aún tiene sus documentos y posesiones secuestradas por el gobierno de Biden en la redada ocurrida en agosto pasado en su casa de Florida, según informa La Derecha Diario.
La Corte Suprema de los Estados Unidos anunció el jueves que no intervendrá en el litigio entre el gobierno de Biden y el expresidente Donald Trump por el allanamiento ocurrido en Mar-a-lago el pasado 8 de agosto, dándole luz verde a la Casa Blanca para seguir violando los derechos constitucionales del exmandatario republicano.
Trump le había solicitadoa la Corte Suprema mediante un escrito que intervenga en la causa y ordenase al gobierno de Biden detener la revisión de los más de 11.000 documentos y posesiones personales que fueron sustraídos de la casa del exmandatario y que aún no han sido devueltos por el FBI.
El escrito presentado por el equipo legal de Trump estaba dirigido al juez Clarence Thomas, uno de los juristas más conservadores y el miembro del tribunal que supervisa el Tribunal de Apelaciones del 11º Circuito con sede en Atlanta, que había fallado en contra del expresidente hace algunas semanas.
Dicho escrito alega que, además de ser devueltos previamente, la revisión de los documentos incautados por el gobierno de Biden debe ser ejecutada por Raymond Dearie, el juez retirado que está ejerciendo actualmente como la figura del tercero imparcial (special master) en la causa.
Dearie, un exjuez ahora retirado que fue nominado en su momento por el presidente Reagan, fue nombrado en la causa por un tribunal superior luego de que el equipo de Trump probara que el magistrado de primera instancia, el exabogado personal del financista pedófilo Jeffrey Epstein, Bruce Reinhart, era un donante demócrata que no podía separar su parcialidad de sus decisiones.
El juez Thomas remitió la solicitud al pleno de la Corte y no hubo ninguna indicación de que estuviera en desacuerdo con la orden de rechazar la solicitud de Trump. Fue una orden breve, de una sola frase, sin ninguna disidencia y justificación, diciendo solo que la solicitud de rever la decisión emitida por el tribunal federal de apelaciones era denegada.
En el mismo día que el máximo tribunal rechazara la petición de Trump, en la última sesión del circo demócrata conocido como la Comisión del 6 enero, el panel extrajudicial compuesto por diputados demócratas ordenó que empresario republicano sea llamado a declarar por su rol en interrumpir unas elecciones “justas” y “demócraticas”, en relación a la denuncias de fraude que se habían hecho.
Como la Comisión del 6 enero es un órgano extrajudicial en donde abunda la parcialidad, pues está compuesta solo por diputados demócratasy por la antitrumpista Liz Cheney, lo más probable es que Trump rechace la citación y busque anularla mediante los organismos judiciales hasta que los republicanos retomen el control de la Cámara Baja en enero del próximo año.
Pese a ser catalogada como una corte “ultraconservadora y trumpista”, la actual composición de la Corte se ha visto reacia y dubitativa a involucrarse en temas que puedan darle mala prensa, incluso fallando en contra de Trump en numerosas ocasiones y permitiendo que los demócratas continúen con su lawfare.
