Guerra judicial entre las farmacéuticas por el mercado de las vacunas de ARNm |

Guerra judicial entre las farmacéuticas por el mercado de las vacunas de ARNm

Hace seis meses, la farmacéutica británica GSK (GlaxoSmithKline) inició una disputa legal contra Pfizer por la patente de la vacuna contra el COVID-19, y ahora ha comenzado un proceso similar contra Moderna por el mismo asunto.

Al mismo tiempo, Moderna también presentó una demanda contra Pfizer, alegando violación de su patente de tecnología de ARNm. Lo que está en juego es la participación en el lucrativo mercado global de vacunas, que alcanzó un valor de 72.000 millones de dólares en 2021 y 100.000 millones el año siguiente.

GSK acusa a Moderna de infringir varias de sus patentes en el desarrollo de sus vacunas de ARNm contra el COVID-19 y el virus respiratorio sincitial. Gracias a los enormes ingresos generados por el COVID-19, los litigios entre grandes farmacéuticas se han incrementado.

El juicio ha comenzado en Delaware, donde GSK alega que Moderna utilizó tecnologías de formulación de lípidos patentadas por ellos sin permiso. Estas tecnologías son esenciales para garantizar la estabilidad de las vacunas de ARNm, incluidas Spikevax de Moderna y mRESVIA, su vacuna recientemente aprobada contra el virus respiratorio sincitial.

Moderna empleó nanopartículas lipídicas en la producción de ambas vacunas, las cuales son necesarias para proteger el ARNm, que se degrada rápidamente, desde la preparación hasta la administración y dentro del cuerpo tras la inyección.

Según la demanda, GSK obtuvo en 2015 conocimientos clave sobre este enfoque tras la compra de gran parte del negocio de vacunas de Novartis, y publicó los resultados. Moderna habría comenzado a investigar sobre el uso de lípidos para vacunas de ARNm mucho después de dicha publicación.

GSK también acusa a Moderna de apropiarse de su tecnología al contratar a antiguos empleados de Novartis y GSK, con el fin de acceder a información técnica sobre las vacunas de ARNm. La empresa busca una compensación económica, aunque está dispuesta a otorgar licencias de sus patentes, pero únicamente “bajo términos que considere comercialmente justos”.

Un portavoz de GSK confirmó las demandas, señalando que la empresa tomará todas las medidas necesarias para proteger sus intereses tecnológicos. Moderna, por su parte, reconoció la existencia de la disputa y aseguró que se defenderá enérgicamente.

La vacuna contra el virus respiratorio sincitial tiene el potencial de generar más de 10.000 millones de dólares para los fabricantes. En contraste, las ventas de las vacunas de ARNm contra el COVID-19 han disminuido significativamente: el año pasado, Moderna generó 6.700 millones de dólares con su vacuna Spikevax, mientras que Pfizer obtuvo 11.200 millones de dólares por Cominarty.

GSK ya había demandado a Pfizer en abril por la vacuna contra el COVID-19 y en agosto por las vacunas contra el virus respiratorio sincitial, específicamente Arexvy y Abrysvo, alegando que estas fueron desarrolladas utilizando tecnologías patentadas por GSK.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies