Kamala Harris no asistirá a cena benéfica católica ‘Al Smith Dinner’, probablemente por miedo a ser humillada por Trump, tal y como hizo con Clinton en 2016
En un movimiento que ha generado controversia, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha decidido no asistir a la tradicional Cena Al Smith, organizada por la Arquidiócesis de Nueva York, rompiendo con más de cuarenta años de tradición. Este evento, celebrado desde 1946 en honor al primer candidato católico a la presidencia, Al Smith, es una importante recaudación de fondos para Catholic Charities y un símbolo de la colaboración entre la Iglesia y el ámbito político.
El cardenal Timothy Dolan, anfitrión de la cena, expresó su decepción ante la ausencia de Harris, quien es la primera candidata presidencial en rechazar la invitación desde 1984. “Estábamos esperando darle a la vicepresidenta una bienvenida entusiasta”, comentó Dolan, recordando con humor que el último candidato que no asistió, Walter Mondale, perdió en 49 de los 50 estados en las elecciones de ese año.
Donald Trump, por su parte, ha confirmado su presencia en el evento, en lo que muchos ven como una reafirmación de su apoyo a los valores y tradiciones católicas. El expresidente ha sido claro en sus críticas hacia Harris y la administración Biden-Harris, a quienes acusa de tener un historial de acciones contrarias a la comunidad católica. En una reciente publicación en Truth Social, Trump declaró que “los católicos están literalmente siendo perseguidos” bajo esta administración, subrayando la importancia de eventos como la Cena Al Smith para fortalecer los lazos con esta comunidad.
La decisión de Harris de no asistir ha suscitado preocupación entre los católicos, quienes ven en su ausencia una muestra de indiferencia hacia las preocupaciones de una de las comunidades religiosas más grandes del país. Mientras Harris prioriza su campaña en estados clave, figuras políticas como el senador Chuck Schumer y la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, intentan persuadirla para que reconsidere su decisión, pero hasta ahora sin éxito.
Bill Donohue, presidente de la Catholic League, fue directo en su valoración, sugiriendo que Harris podría haber evitado el evento por temor a no estar a la altura de las expectativas en un ambiente jovial donde ambos candidatos suelen intercambiar bromas. En contraste, Trump, con su estilo neoyorquino y aguda retórica, probablemente habría brillado en la cena, tal y como hizo en 2016 con un brutal monólogo que destrozó por completo a Hillary Clinton (tan solo unos días después del segundo debate presidencial, el más salvaje de todos):
Para muchos católicos, la decisión de Harris es un reflejo de la desconexión entre la administración demócrata y los valores de la fe. En un país donde la libertad religiosa y el respeto a las tradiciones son pilares fundamentales, la negativa de la vicepresidenta a asistir a un evento con un noble fin benéfico resulta incomprensible.
Trump, con su asistencia a la Cena Al Smith, envía un mensaje claro: su compromiso con la comunidad católica sigue siendo fuerte. Mientras la administración actual parece alejarse de los valores que esta comunidad defiende, Trump se posiciona como el candidato que respeta y valora estas tradiciones fundamentales.