El Gobierno de Pedro Sánchez completa su asalto al Banco de España y designa como nueva subgobernadora a Soledad Núñez, ex alto cargo del PSOE que junto a Zapatero hundió España
Soledad Núñez ha sido nombrada gobernadora del Banco de España, en una decisión que ha suscitado críticas por parte de diversos sectores debido a su cercanía política al PSOE y al actual Gobierno de Pedro Sánchez. Núñez, con un historial vinculado a la gestión de la crisis financiera bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, asume un cargo clave que requiere independencia y criterio técnico, cualidades que muchos consideran comprometidas por su perfil político.
Este nombramiento subraya una tendencia preocupante en la administración de Sánchez: la politización de instituciones clave para la economía y la estabilidad del país. Lejos de priorizar la selección basada en la experiencia técnica y la independencia, el Gobierno parece enfocado en consolidar su influencia política en los órganos reguladores, lo cual puede minar la confianza tanto de los mercados como de los ciudadanos. La percepción de una falta de imparcialidad en el Banco de España podría afectar la credibilidad de la institución en momentos de incertidumbre económica.
El nombramiento de Núñez refuerza la idea de que el Gobierno actual sigue una estrategia de control político sobre instituciones fundamentales, debilitando la separación entre el poder ejecutivo y los organismos reguladores, lo cual puede tener repercusiones negativas para la transparencia y el buen funcionamiento de la economía española.