Una político sueca que defendió en 2015 la campaña de acogida masiva de refugiados se retracta y admite que se equivocó: «Muchos de nosotros estábamos equivocados acerca de la inmigración»

Una político sueca que defendió en 2015 la campaña de acogida masiva de refugiados se retracta y reconoce que se equivocó sobre la inmigración: «Muchos de nosotros estábamos equivocados acerca de la inmigración. Admito que me equivoqué y cambié de opinión» afirmó Louise Meijer, líder del grupo de los moderados en Suecia.

Meijer también se mostró preocupada por la sustitución demográfica en Suecia: «Hoy en día, más de un tercio de la población sueca tiene origen extranjero. En 1987, la cifra correspondiente era del 11 por ciento».

Traducción del artículo escrito por Louise Meijer, publicado en el medio sueco Expressen (vía HerQles):

Cuando la gran ola de refugiados llegó a Suecia en 2015, defendí la apertura y la bienvenida a los refugiados. Luego opuse la reestructuración de la política migratoria a una línea más estricta que tuvo lugar dentro de los moderados. Pero he cambiado de opinión al respecto. Ahora, en cambio, represento una política migratoria aún más estricta que la que entonces me opuse. 

Suecia es hoy un país completamente diferente al de finales del siglo XX. En los tiempos modernos, Suecia per cápita ha recibido la mayor cantidad de inmigrantes del mundo occidental y la tasa de inmigración ha sido más alta que en otros países occidentales. Hoy en día, más de un tercio de la población sueca tiene origen extranjero. En 1987, la cifra correspondiente era del 11 por ciento.

Aproximadamente el 20 por ciento de nuestros residentes tienen ascendencia no europea ni occidental. En Europa, sólo Francia, Gran Bretaña y los Países Bajos pueden mostrar una cifra similar, pero la estructura de la inmigración en estos países está ligada a la inmigración procedente de antiguas colonias.

Para mí es obvio que a la gran inmigración a Suecia le han seguido varios problemas importantes. En varios municipios suecos más de la mitad de los residentes son de origen extranjero. El cambio que ha experimentado y está experimentando Suecia está cambiando fundamentalmente el país.

En un nuevo informe , los propios socialdemócratas escriben: “El mayor cambio social del siglo XXI en Suecia es el cambio demográfico debido a la inmigración. Suecia ha pasado de ser uno de los países más homogéneos del mundo occidental a ser el país más diverso y heterogéneo del mundo occidental.”

Al mismo tiempo, los socialdemócratas han gobernado Suecia durante 20 de los últimos 30 años. Entre 2014 y 2022, cuando los socialdemócratas estaban en el gobierno, aproximadamente 120.000 inmigrantes llegaron a Suecia por año. Pero aún así, Magdalena Andersson y los socialdemócratas no quieren admitir que se equivocaron en cuanto a la política de inmigración. 

Pero para mí está claro que a la gran inmigración a Suecia le han seguido varios problemas importantes. Gran parte del grupo de inmigrantes no es autosuficiente. El grave crimen organizado lo cometen en gran medida personas con activos en el extranjero. La cultura del honor, el separatismo y el islamismo es limitante y peligrosa. 

Afecta la integración

Un alto nivel de migración en un período de tiempo relativamente corto naturalmente afecta la posibilidad de integración. Las condiciones para la integración de las personas en la sociedad sueca son cada vez más difíciles a medida que aumenta la inmigración. Conduce a una exclusión que resulta gravosa, tanto para las personas que viven allí como para la sociedad en general.

Para que la integración funcione, las personas que quieren mudarse aquí y las que ya viven aquí deben adaptarse a la sociedad sueca y a nuestros valores. Necesitas trabajar, hablar sueco y cumplir con tu deber antes de exigir tu derecho. Quienes no quieran adaptarse e integrarse tampoco deberían quedarse en Suecia. Entonces, la deportación o la repatriación debería ser una opción real. 

Para muchos inmigrantes esto es algo natural. Cada día, muchos suecos con deuda externa hacen de Suecia un país mejor; de todo, desde fundadores de empresas multinacionales y propietarios de restaurantes hasta taxistas y dentistas.

Pero me ha quedado claro que para que Suecia sea un país lo mejor posible para todas las personas que viven aquí, debemos tener una inmigración de asilo mínima aquí en el futuro previsible. Es necesario para que nuestro país permanezca unido.

Como miembro moderado del Parlamento, esto es una cuestión natural que debo seguir durante mi trabajo político ahora y en el futuro.

Por Louise Meijer (M)

líder del grupo de moderados en el comité de justicia