Miren como un magrebí le roba descaradamente el móvil a un vendedor de Wallapop
Enésimo hurto protagonizado por un niño de Jovenlandia, es decir, un jovenlandés. Un joven de origen magrebí, presumiblemente MENA (Menor Extranjero No Acompañado), aunque esto no podemos confirmarlo, le ha levantazo el móvil a un iluso que se pensaba que podía quedar con uno de ellos y venderle por Wallapop un móvil sin que él y algún cómplice le intentasen sustraer la mercancía sin abonar el pago acordado. De verdad, hay que vivir en otra realidad.
El joven de origen magrebí contactó a un vendedor por una aplicación de compra-venta de segunda mano para comprarle un teléfono móvil. Cuando quedaron en persona, el magrebí hizo lo que todos creemos que iba a hacer desde un principio, es decir, cogió el móvil y se fue corriendo sin pagar.
Estos hechos han sucedido en Esplugues de Llobregat. No es la primera vez que ocurren hechos similares protagonizados por los rizitos en esta zona, ni mucho menos tiene pinta de que sea el último. Pero, en este caso, la víctima del robo, que no persiguió ni al ladrón ni a su cómplice, si que tuvo una buena idea: grabar el robo y denunciarlo en X, el nuevo Twitter de Elon Musk.
Evidentemente, la víctima del robo lo denuncia sin mencionar que el ladrón y su cómplice son jovenlandeses, ya que para la víctima parece más importante proteger a este colectivo que protegerse a sí mismo, víctima del enésimo robo protagonizado por la misma gente. A veces no hay por dónde coger a la gente…
“Hechos ocurridos en Esplugues de Llobregat, Barcelona, delante del instituto la Mallola, el día 29 de febrero cuando dos personas realizan un acto de hurto.
Se quedó para realizar una venta en físico (Wallapop), a continuación, podéis ver todos el final feliz”, denuncia Seva.
“Deja mucho que desear y opinar lo que pasa en España a diario, y que mi caso es solo uno más de los miles que pasan cada día. Podéis observar en la imagen a su amigo – cómplice”, añade.
“Mencionar, que no pude salir corriendo detrás de ellos, por tener una mochila muy pesada y el casco. Es muy triste que pasen estas cosas y que nosotros no podemos hacer nada, denuncias, pero y ¿después?
Espero que se haga justicia y algún día esto les llegue a ellos también”, finaliza Seva sin mencionar el ‘elephant in the room’: eran jovenlandeses.
