Yolanda Díaz deja tirado a su marido tras 20 años de matrimonio, ya que es demasiado ‘blue collar’ para ella
Ahora que es ministra y famosa, ya no le interesa y lo deja tirado. Eso es lo que ha hecho Yolanda Díaz con su marido desde hace unos 20 años, a quien ha dejado tirado. Parece que, ahora que está en lo más TOP de su carrera, a la Ministra de Trabajo no le parecen suficiente algunos trabajos, como pueden ser los obreros de Navantia.
Según informa LOC para El Mundo, se casaron el 15 de noviembre de 2004. Lady Yolanda, vestida de rojo, le juró su amor para siempre y él, arrobado en su traje color crema, prometió que sería eternamente Yolanda. No han cumplido la promesa, aunque no se puede esperar mucho de un político. Todavía menos si es la líder de Sumar.
Se casaron en el centro cultural Torrente Ballester de Ferrol, donde Yolanda Díaz (52) y Juan Andrés Meizoso (51) fueron declarados marido y mujer. Sin embargo, nadie en Sumar, ni en sus inmediaciones ideológicas, se ha referido nunca al marido de la actual vicepresidenta segunda del Gobierno como tal. Ni a ella como su mujer. Ya sabéis, estragos de ser rojo.
Juan Andrés ha sido siempre “el compañero de Yolanda” para sus allegados y amigos. Para la prensa, ese hombre tan alto como invisible figurante en los actos públicos de la ministra de Trabajo, pero protagonista absoluto en su vida doméstica y sentimental. Este papel ha cambiado recientemente. Y tanto que lo ha hecho. ¿O es que todo fue una tapadera y nunca fue así en realidad?
Según ha podido saber LOC, el dibujante técnico gallego ya no convive con la presidenta de Sumar: “Ella está en Madrid y Andrés en Galicia. Trabaja de delineante en Navantia, en Ferrol”, cuentan fuentes cercanas a la ministra a este suplemento. Parece que un delineante en Navantia ya no es suficiente para la elitista a la que le encanta la moda de lujo, a pesar de que a la moda de lujo no le guste ella, ya que su estilo a la hora de vestir es absolutamente dantesco.
“Se han distanciado, pero siguen siendo buenos amigos, aunque ya no convivan desde hace tiempo por una cuestión de trabajo y de pareja”. Mientras que él vive cerca de la compañía naviera en la que está empleado, Díaz reside en el ministerio con la hija de ambos, Carmeliña, de 11 años. Su vivienda actual se halla literalmente en el edificio de Nuevos Ministerios donde tiene su despacho. “Ahora es ella la que se encarga de la niña”.
El obrero y la ministra. No encajan. ¿Demasiado ‘blue collar’ para pasearlo por eventos? Aunque bueno, viendo la anterior foto, a lo mejor si que encajan en algo: a los dos les encanta hacerse selfies enmascarillados. No dan para mucho.