La alcaldesa Silvia Orriols cumple su promesa y hace todo lo que puede para evitar que los inmigrantes se empadronen en Ripoll u obtengan atención primaria y medicamentos gratis
En Cataluña están pasando cosas. No únicamente el giro anti-inmigración de Junts, que también. Sino la irrupción con fuerza del discurso de Silvia Orriols en el boca a boca diario de los catalanes, por mucho que los medios nacionales no hablen sobre ello. De lo que si hablan es del viraje de Junts. Pues está claro que se debe a que tienen miedo a la fuerza que ha cogido una Orriols que va con todo.
Hoy conocemos que el Ayuntamiento de Ripoll, que lidera la alcaldesa del partido nacionalista Aliança Catalana, Sílvia Orriols, dilata los trámites para empadronar a inmigrantes todo lo que permite la ley. Así lo aseguran una decena de familias que todavía no pueden escolarizar a sus hijos o acceder a la sanidad pública.
Una medida que no se ha visto en España hasta ahora. De hecho, hace unos meses Orriols copó titulares al entregar a la Policía Nacional a un inmigrante ilegal que pernoctaba en un parque de la localidad catalana. En este tema, Orriols va más allá que cualquier partido de derechas, ya sea nacionalista catalán o español, que haya tenido representación en alguna institución, salvo algunas excepciones de partidos muy minoritarios con alguna concejalía repartida por España.
Cabe a destacar que Orriols ganó las elecciones del 28 de mayo de 2023 con la promesa electoral de negar el empadronamiento a personas extranjeras, a pesar de no poder hacerlo al tratarse de un derecho supuestamente protegido por la Constitución. Sin embargo, hace lo que puede al respecto dificultando los trámites. Esta mujer va en serio. Os puede gustar o no, de hecho, seguro que no os guste, ya que es 100% independentista (no como ERC, sino de verdad, yendo más allá que Junts). Pero, al César lo que es del César y, en este tema, nadie se le acerca.
Lo cuenta El Periódico en un artículo publicado este miércoles, que recoge el testimonio de supuestos afectados y fuentes conocedoras de los cambios acometidos por el consistorio en el procedimiento, que en ningún caso debe superar los tres meses de espera para aprobar o denegar las solicitudes. Sin embargo, con las piedras en el camino que va poniendo Orriols, algunas de estas familias se han marchado a otros municipios. En otras palabras, victoria de Orriols.
Sin embargo, no todos desisten. Por ejemplo, Brahim Bounash, residente desde hace 16 años, no ha podido empadronar a su mujer y sus tres hijos recién llegados, según dice El Periódico. No nos da ninguna pena. Lo que no entendemos en este digital es porque debemos admitir que lleguen a este país (de manera ilegal) su mujer y sus tres hijos. Ya está bien.
Otra excelente medida de Orriols es poner trabas en el camino en la atención primaria y con los medicamentos, los cuales para algunos (no los nacionales, precisamente) parecen ser gratis. Por ejemplo, cuando recientemente miembros de la familia del mencionado Brahim (de Nueva Zelanda o Singapur nunca vienen) enfermaron y visitaron el Centro de Atención Primaria (CAP), los responsables del centro exigieron a sus padres que pagaran la visita.
Finalmente, no han debido pagar por ser recibidos en el ambulatorio, pero sí han pagado por la medicación prescrita; mientras, siguen sin poder tramitar sus documentos de identidad. “Me dijeron que en tres meses me responderían si me aceptan el padrón y aún sigo esperando”, explica Bounash, que agrega: “Cuando yo lo hice, me lo dieron en el momento. ¿Es que esta alcaldesa no nos quiere aquí? No hemos hecho nada malo”. Pues no, no os quiere, querido Brahim. Y los votantes que le han entregado el consistorio tampoco.
Como decimos, tenemos bastante claro que el viraje de Junts se debe al auge del Orriolsismo. Si bien es cierto que Junts está logrando subir en las encuestas e intentar frenar así el mencionado auge, también está logrando desgastar a ERC con el debate sobre la inmigración. La primera víctima se ha saldado en Ribera d’Ondara, un pueblo de La Segarra, donde los de Junqueras han expulsado a una concejal por negociar una moción de censura con Aliança Catalana para echar al alcalde del PSC.
Aunque también es cierto que la apropiación de este discurso por parte ze Junts también puede beneficiar a Orriols, que aún no ha aclarado si se presentará a las elecciones catalanas. En realidad nadie lo duda, ya que el éxito que obtuvo al ganar las elecciones municipales en Ripoll puede ser extrapolable a nivel Cataluña. De hecho, su partido ya tiene forma de partido a nivel autonómico (para ellos, a nivel nacional) y el volumen de seguidores que tiene es mucho mayor al número de habitantes con los que cuenta Ripoll, y el tráfico que genera en redes es mucho mayor al que generaría la cuenta de un partido local. Queda dicho: Orriols ha llegado para quedarse.
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