Multan a Pfizer por engañar deliberadamente a 5.000 pacientes que consumen sus fármacos
En mayo de año pasado a la multinacional Pfizer le volvieron a pillar con las manos en el tarro de la mermelada. Le multaron con 290.000 dólares por engañar deliberadamente a 5.000 pacientes en Estados Unidos. Les obligó a gastar más dinero para comprar los medicamentos que fabrica. Entre 2014 y 2018 el gigante farmacéutico estadounidense ofreció vales a las pacientes pobres con el fin de ayudarles a comprar medicamentos para combatir los síntomas de la menopausia.
En los vales en cuestión, sin embargo, se decía muy claramente que las beneficiarias no gastarían más de la cantidad indicada en el vale. Era completamente falso. La investigación judicial demostró que se trataba de una estafa: pagaron mucho más dinero.
El caso dio lugar a un procedimiento judicial que finalmente fructificó, ya que el laboratorio estadounidense fue multado con la suma de 290.000 dólares. En cualquier caso, en Colorado, Pfizer tendrá que pagar 107.000 dólares para compensar a unos 1.500 pacientes estafados.
Además, un comunicado de prensa publicado el 20 de mayo por la oficina del Fiscal General de Colorado informó de que la farmacéutica también había sido condenada a pagar 30.000 dólares para reembolsar las costas del pleito.
El pago de la multa no supone un gran quebranto para Pfizer, cuyos ingresos se estiman en varios miles de millones de dólares desde hace dos años gracias a la venta masiva de sus vacunas contra el “covid” en casi todos los países del mundo en unas condiciones inusuales de falta absoluta de transparencia.
En Europa los dirigentes de los grupos parlamentarios se han negado categóricamente a permitir que Von der Leyen, la Presidenta de la Comisión Europea, testificara públicamente sobre la negociación de los contratos de vacunas que firmó con Pfizer.
Nadie va a rendir cuentas después de haber recibido miles de millones de euros de dinero público. No es de extrañar que las farmacéuticas sean las empresas más multadas porque operan con una opacidad total.
Tampoco debería extrañar que las multas sean un paripé: merece la pena estafar porque es mucho más barato. Las indemnizaciones nunca superan los beneficos obtenidos.
Fuente: mpr21