Los salarios crecen un 8.8% en Brasil, recuperando todo lo perdido durante la “pandemia”
Las remuneraciones reales lograron recuperarse del shock provocado por la pandemia y se aproximan a los valores más altos de la historia del país. La recuperación salarial se produce al mismo tiempo en que se derrumba la inflación, según informa La Derecha Diario.
Las series estadísticas estandarizadas del Banco Central de Brasil confirmaron que la recuperación laboral continúa su curso a un ritmo sin precedentes. La masa salarial real para el total de las personas ocupadas creció un 1,24% en agosto, y acumula hasta 10 meses de crecimiento ininterrumpido.
Se trata de un indicador que combina el nivel real de las remuneraciones percibidas para el promedio de los puestos de trabajo, y el nivel efectivo de personas ocupadas que perciben esas remuneraciones. Los ingresos reales aumentaron un 8,8% desde noviembre del año pasado, y acumulan una suba del 2,34% desde que Jair Bolsonaro asumió la presidencia del país.
La suba correspondiente al salario real promedio para Brasil alcanzó el 8,34% entre noviembre de 2021 y agosto de 2022, mientras que el efecto “ocupación” también fue significativo, ya que el desempleo desestacionalizado cayó del 12,2% al 8,8% en el mismo período. La cantidad de personas desocupadas cayó de las 12,95 millones a las 9,69 millones entre octubre de 2021 y agosto de este año.
Tras el shock provocado por la pandemia en marzo de 2020, las remuneraciones reales tuvieron un aumento coyuntural (como ocurrió en países como Estados Unidos) pero la masa salarial real cayó hasta octubre de 2021 debido al gran aumento de la desocupación. A partir de noviembre se produjo un proceso de recuperación que se encamina a superar los máximos históricos registrados en 2019.
La mayor parte de la recuperación salarial en términos reales se produjo a partir de abril de 2022, ya que el programa económico logró reducir paulatinamente el nivel de inflación mensual, hasta haberse completamente erradicada a partir del mes de julio.
La garantía legal para la independencia de la autoridad monetaria se convirtió en un factor clave para e programa económico de Bolsonaro. Al mismo tiempo, el ministro de Economía Paulo Guedes eliminó los riesgos por la “dominancia fiscal” y arribó al superávit primario de las cuentas públicas por primera vez desde 2014.
Los precios registraron una suba de hasta el 1,62% en marzo de este año, y tras la constancia en la disciplina fiscal y monetaria, el promedio de inflación mensual entre abril y septiembre alcanzó solo el 0,01%.
La proxy del PBI mensual, medido por el Índice IBC-Br del Banco Central de Brasil, registró un fuerte crecimiento del 5,2% entre octubre del año pasado y julio de este año. El fuerte dinamismo del nivel de actividad económica lideró la recuperación laboral, y se produjo aún a pesar de la tendencia deflacionista y el alza de la tasa SELIC de política monetaria.
