Izquierda chilena sepulta aspiración presidencial del comunista Daniel Jadue |

Izquierda chilena sepulta aspiración presidencial del comunista Daniel Jadue

La ficha del Partido Comunista para las presidenciales en Chile sufrió una dura derrota en las primarias de este domingo. Los comunistas chilenos están en shock. Las encuestas se equivocaron. Los escenarios favorables para su precandidato presidencial, Daniel Jadue, se desplomaron. La promesa de censura y legalización de las drogas le pasó factura. La derrota en las primarias de este domingo frente a su contendor del Frente Amplio, Gabriel Boric, lo hunde en un estado crítico sin posibilidad de recuperación.

Jadue nunca lo imaginó. La contienda en el sector de la izquierda frente a un solo aspirante parecía hecha a su medida, pero los electores prefirieron un candidato menos radical, sepultando así las ansias del Partido Comunista de llegar al palacio de La Moneda.

Con 99,95 % de los votos escrutados, Boric superó a Jadue por 364.000 sufragios, equivalentes a 60,43 % frente a 39,57 % del precandidato comunista. Un resultado sorpresivo e inesperado que detonó por tres factores: los errores no forzados del también alcalde de Recoleta, su carácter y la tensión que se instaló al interior de Apruebo Dignidad –coalición en la que milita– en la última semana de la carrera.

Triunfos con espinas

El triunfo de Gabriel Boric en la izquierda y de Sebastián Sichel en la derecha cambia radicalmente el tablero político electoral y, por supuesto, las alianzas que se conformarán. Sichel consiguió la victoria con 659.238 votos equivalentes a 49,08 % de los sufragios en su acera política.

Para José Antonio Kast, presidente del Partido Republicano, quien también se postulará, se abre un espacio para capturar al elector más conservador y rescatar a aquellos que repelen el pragmatismo y el pasado demócrata cristiano de Sichel. Eso puede significar una gran dispersión en la derecha.

En simultáneo, se espera que en los próximos días, la centroizquierda —que gobernó Chile entre 1990 y 2010— decida quién será el candidato que los representará. Entre los nombres en la mesa está el de la presidente del Senado, Yasna Provoste, del Partido Demócrata Cristiano, y el de la actual carta del Partido Socialista, Paula Narváez.

El precandidato comunista a la presidencia de Chile, Daniel Jadue, le dice adiós a su aspiración tras sufrir una dura derrota. (Twitter/@agenciaunochile).

Un destino inevitable

Antes de subirse a una tarima a aceptar públicamente el triunfo de Boric, Jadue reflexionó con sus colaboradores más cercanos sobre el fracaso en las primarias. Fueron 20 minutos de catarsis, según revela Pauta.

“El resultado que sacamos es un paso adelante tremendo pero que tiene que poner al descubierto nuestras propias falencias», dijo Daniel Jadue.

Perder la primaria dificulta el horizonte electoral del PC y su estrategia para la negociación parlamentaria, que desde hoy comienza su cuenta regresiva para la inscripción del 23 de agosto. La idea de la directiva comunista era usar el resultado de las primarias para mover el tablero de candidaturas a su favor, pero los 364.000 votos que separan a Jadue de Boric desmontan ese plan, que era clave para la asignación de cupos y para medir la fuerza territorial de cada actor rumbo al Senado.

Uno de los cálculos que tenía el comando de Jadue era que, si él perdía, la izquierda radical quedaría –según ellos– sin dique de contención, y solo aumentaría la posibilidad de que se levantara en tiempo récord una opción presidencial que complique a la larga a Boric. Este escenario preocupa a una parte del Partido Comunista por la eventual fuga de los adherentes más duros de Jadue, atraídos más por una figura externa de la izquierda que por una ligada al Frente Amplio.

Puede ocurrir. Uno de los nombres que estaría disponible en estas ligas es precisamente el examigo del ahora candidato presidencial de Apruebo Dignidad, el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp.

Escenario complejo

En Chile se temía una baja participación. Era un fin de semana largo, en plenas vacaciones de invierno y en pandemia, pero las filas en los centros de votación hablaron por sí solas: con más de 99 % de los votos escrutados, la participación llegó a 3.041.673 electores, superando los 3.010.890 que acudieron a las primarias en 2013.

Chile Vamos –la coalición de derecha– obtuvo 1.317.403 votos, quedando 80000 por debajo de los resultados alcanzados en la primaria de hace cuatro años; mientras que Apruebo Dignidad –coalición de izquierda– sumó 1.734.676, superando por al menos 300.000 votos el desempeño de su militante Beatriz Sánchez en la primera vuelta presidencial de 2017.

Pero detrás de esos números hay realidades. Una de ellas es que los dos candidatos que ganaron la contienda por la derecha e izquierda erosionan a figuras de las generaciones más extremas de ambos sectores, quienes recibieron un claro rechazo a sus propuestas.

En las cifras también hay lecturas profundas como la existencia cada vez más nítida de un voto castigo anticomunista. Jadue lo despertó. Boric intenta persuadir al respecto, respondiendo que es “insignificante”; sin embargo, al ser unas primarias abiertas para los 13 millones de votantes independientes habilitados por el Servicio Electoral, hay quienes participaron para sacarlo de la competencia. ¿Cuántos? el portal Pauta muestra indicios, al sostener que “Boric lo ha hecho bien, pero no tanto para tener 20 puntos de diferencia».

Mercados con alivio

El panorama político tras las primarias impacta a los mercados. Después de la divulgación de los resultados, el dólar cotizó a la baja este lunes, abriendo con 755,36 pesos, lo que representa una baja de 3,12 pesos, mientras que la Bolsa de Comercio de Santiago experimentó un alza en sus indicadores el IPSA (Índice de Precio Selectivo de Acciones) que arrojó un aumento de 1,32 %.

A los comunistas le toca revisarse. Un proceso de debate a lo interno signado por acusaciones es su próxima parada. Y Jadue le abre la puerta al declararse “súperautocrítico” y admitir que el Ejecutivo está lejos de su alcance porque “si algún día la izquierda espera gobernar Chile hay que cambiar el comportamiento”.

Una confesión de lo evidente, considerando que atribuyó a las “propias debilidades” la caída en las urnas porque seis meses antes en su entorno se trataron como “adversarios” y no estaban “unidos”. Ahora le toca trabajar por Boric para intentar llevarlo el próximo 21 de noviembre a la silla que tanto codició.

Gabriela Moreno – Panampost.com

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