Madrid no ha cobrado ni una de las sanciones impuestas en este último estado de alarma

Madrid empieza a molar. Resulta que no solo cuentan que casi no se ve a agentes de Policía molestando a la ciudadanía por la calle, sino que ni el Ayuntamiento ni la Comunidad de Madrid han logrado cobrar aún una sola multa de las más de 50.000 impuestas por las incomprensibles restricciones (más laxas que en Euskadi), como fiestas ilegales, no llevar mascarilla o incumplimientos de los toques de queda, según informa euskalnews.com. Es lo que tiene que sean ilegales e inconstitucionales, que no las paga nadie (salvo la borregada patria) y sino, el juez las echa para atrás.

Según informa el diario El País, apenas ha ingresado 2.000 de una cifra total similar de la primera etapa, cuando el supuesto virus chino estaba golpeando más fuerte y las restricciones se hacían más efectivas. Ante el aluvión, el Ayuntamiento ha delegado esa gestión en la Comunidad, que la acaba de privatizar. Y esperemos que eso signifique que pretenden no cobrar ninguna.

Más de un año después de decretado el primer estado de alarma, Madrid cuenta con un ambiente en sus calles más libérrimo que el resto de CCAAs, algo que desde la oposición política se ha calificado como “efecto desmadre”. En este año se han firmado alrededor de 100.000 sanciones en la capital y se han cobrado realmente unas 2.000, el 2%. A El País y a la borregada les parece poco: a nosotros demasiado. Que existan 2.000 memos que han pagado estas multas ilegales, ya son demasiados.

Desde las instituciones gobernadas por el PP, como el Ayuntamiento y la Comunidad, se recurre a la evidencia de la alta densidad de población y a su gran movilidad para justificar esos datos. Y se ha abierto una estrategia de confrontación con el Gobierno central para rechazar la imposición de nuevas restricciones, con horarios comerciales y de hostelería más flexibles que en ninguna otra región, con el argumento de que los balances estadísticos de la pandemia no son mucho peores en Madrid que en otras zonas con actuaciones más contundentes. Razón no les falta. Y que la Comunidad de Madrid ha crecido un 4.4% en este ultimo trismestre, mientras en Euskadi tan sólo lo hacemos medio punto (0.5%), es un hecho.

Tras cada fin de semana, el Ayuntamiento de Madrid ofrece una pormenorizada estadística de cientos de actuaciones policiales y denuncias implantadas, para contrarrestar la sensación pública de que la capital se haya podido convertir en esta pandemia en “la taberna o la tasca” no solo del resto del país, sino incluso de Europa, como han denunciado desde el PSOE, Más Madrid o Unidas Podemos. Tanto el alcalde, José Luis Martínez Almeida, como la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, han rechazado con malestar esa idea y han defendido que las imágenes de colapso en algunas zonas, sin cumplir las distancias de seguridad o las mascarillas, son “puntuales”.

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