Más del 70% de los votantes de Haley en New Hampshire no eran republicanos
Donald Trump arrasa en las primarias de New Hampshire. Pocos votos han hecho falta para que Associated Press confirme nada más cerrar los ‘precints’ que Trump ha ganado las elecciones. Con el 18% de los votos escrutados, Trump ha obtenido el 54.1% de los votos, superando con creces a Nikki Haley, la ex Gobernadora de South Carolina, que se ha quedado en el 45% de votos. En cuando al inútil reparto de delegados, ya que no le interesa a nadie debido a que Haley no tiene ‘path’ alguno para conseguir la nominación, Trump obtendría 11 delegados, por los 6 de Haley.
Tras esta victoria, un Trump que está en uno de sus mejores momentos de popularidad da por cerradas las primarias del GOP y pone su foco en las elecciones presidenciales en las que, presumiblemente, se enfrentará a Joe Biden, si es que el Presidente senil llega a la contienda. Damos por finiquitadas unas primarias que nunca interesaron realmente a nadie, salvo a los medios ‘mainstream’ que viven de ello.
Recordamos que New Hampshire era la gran baza de la ex Embajadora de Estados Unidos en la ONU, siendo probablemente el único Estado en el que tenía alguna opción de ganar, según los medios ‘mainstream’. Esto se debe a que al menos el 40% del electorado del Estado está registrado como independiente y una buena parte de ellos, presumiblemente favorables a Haley, siempre según los medios mainstream, cosa que no siempre es cierta y menos en este caso en el que es evidente que no lo es.
También se debe a que, a diferencia de Iowa, Estado de mayoría agrícola y rural, además de abrumadora mayoría de evangélicos, New Hampshire es un Estado con pocos evangélicos y urbano en su práctica totalidad. A parte de que encima uno es del Mid West, más ‘contested’, y el otro forma parte de North East US, de mayoría abrumadora demócrata (aunque en New England, New Hampshire es un poco diferente, como Maine).
Asimismo, la esperanza de Haley y del ‘establishment’ de los medios de comunicación ‘mainstream’ de ganar en New Hampshire también estaba fundamentada en que como las primarias demócratas no le interesan a nadie, ya que el DNC ya se ha encargado de que Joe Biden tenga la nominación asegurada purgando a Robert Kennedy Jr. y ninguneando con todo el apartado demócrata a la candidata Marianne Williamson, una parte significativa de votantes registrados como demócratas han cambiado su voto en estas primarias a republicano para votar por una ‘insider’ a la que ven con buenos ojos, en este caso Haley. Se estima que menos de un tercio de sus votantes son republicanos. Es evidente que no tienen intención alguna de votar por los republicanos en las presidenciales de noviembre, ni mucho menos. Lo hacen para intentar poner piedras en el camino de Trump, tal y como hicieron en las primarias de 2016.
Por todas estas razones, se puede decir con certeza que el resultado de New Hampshire no representa la imagen fiel del electorado republicano, ni en ese, ni en cualquier otro Estado. En condiciones normales, Haley no llega al 20% en New Hampshire y mucho menos en otros Estados como, por ejemplo, el siguiente, que es su ‘Home State’ de South Carolina, donde Trump presumiblemente recibirá el 90% de los votos.
Sin embargo, a pesar de todo ello, Trump ha vuelto a salir victorioso, como en 2016, cuando ganó sus primeras primarias de la historia (en Iowa, en 2016, ganó Ted Cruz y Trump quedó en un ‘close second’ con un Marco Rubio pisándole los talones). El ‘Trump Train’ es imparable. Victoria decisiva de Donald Trump en las primarias de New Hampshire, el segundo Estado en el que los republicanos votan tras los caucus de Iowa del otro día en el que el magnate neoyorquino, ahora empadronado en el Palm Beach County de Florida, batió todos los récords al vencer por más de 30 puntos, ganar en 98 de los 99 condados del Estado agrícola y por superar el 50% de los votos.
¿Y ahora qué?
No pinta bien el futuro político de Haley. En una reciente entrevista, Trump admitió que la “ascendió” cuando era Gobernadora de South Carolina para impulsar a un candidato más favorable, como el actual Gobernador del Estado, Henry McMaster, un ‘trumpero’ de libro. En otras palabras, que le ofreció el trabajo de Embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas para alejarla de un puesto de importancia como el ejecutivo de South Carolina, donde su ‘base’ quería un político de otro perfil. Eso, añadido a que se haya presentado contra Trump y que, en alguna ocasión, no haya tenido las mejores palabras hacia él, además de que su ‘base’ no la puede aguantar, todo ello hace que el futuro político de Haley pinte muy negro.
Por ahora, Donald Trump afirma no estar preocupado de que Nikki Haley permanezca en la carrera tras las primarias en New Hampshire: “No me importa si se queda. Déjenla hacer lo que quiera. Nunca antes ha habido un movimiento como este”, ha afirmado en un ‘Polling Center’ de New Hampshire esta misma mañana.