Inmigrantes africanos venden heroína y otras drogas a jóvenes españoles en comercios a pie de calle y nadie hace nada
Seguimos con más consecuencias de la inmigración ilegal. La Ertzaintza ha detenido en Bilbao a un hombre, de 37 años de edad, acusado de un delito de tráfico de drogas al tratar de deshacerse de once dosis de sustancia estupefaciente al advertir la presencia policial. El propio cuerpo oculta datos relevantes, como puede ser la nacionalidad del detenido. Pero tranquilos, que hemos hecho nuestro trabajo.
Los hechos tuvieron lugar en la tarde de ayer, viernes, en el barrio de Abando de Bilbao, durante un dispositivo llevado a cabo por la Ertzaintza en varios establecimientos hosteleros. Decimos Abando por decir algo, ya que ese es el límite entre Zabalburu (Abando) y el polémico barrio de San Francisco, ubicado en el distrito de Ibaiondo. Pero vamos, que toda la zona es mala malísima (la No Go Zone de Bilbao, sin duda).
En el operativo, destinado a la localización de armas, sustancias estupefacientes u otros objetos peligrosos, el cliente de un establecimiento trató de ocultar un objeto que portaba en una de sus manos al observar la presencia de la Ertzaintza. Los ertzaintzas identificaron al cliente y le ocuparon la bolsa que portaba en su mano y que contenía 11 dosis de sustancia estupefaciente (heroína presuntamente, según informa la Ertzaintza en un comunicado), lista para su venta. Ante estos hechos, el implicado fue arrestado acusado de un delito contra la salud pública y conducido a dependencias policiales para dar inicio a las diligencias pertinentes, una vez finalizadas, pasará a disposición judicial.
En el mismo operativo, fueron identificadas un total de 21 personas, y se procedió a la detención de otro hombre al constarle una requisitoria judicial. También ocultan datos sobre este segundo detenido. Sin embargo, a pesar de que traten de ocultarlo, la redacción de antiprogre.com ha podido confirmar de que se trata de tres comercios regentados por varones originarios de la África subsahariana, según fuentes vecinales.
Al parecer, según denuncian los pocos vecinos autóctonos que quedan en el barrio bilbaino de San Francisco y en la zona, se trata de comercios donde venden droga, presumiblemente heroína, a yonkies y a jóvenes que en su mayoría resultan ser autóctonos. Otra prueba más de que la inmigración ilegal mata, en todos los sentidos. No todo es un machetazo o un tirón de bolso. Esto también es una consecuencia grave de la inmigración ilegal. ¡Están atacando a la juventud! ¿Hasta cuándo vamos a permitirlo? Ahora ya si queréis nos llamáis racistas. No nos importa, en absoluto. Nos importa bastante más que no se pierda otra generación española por la droga, tal y como ocurrió en los 80.