Nunca está de más recordar que a von der Leyen no le ha votado nadie
Ayer, nuestros compañeros de HerQles (no nos cansamos de recomendar este estupendo medio digital alternativo) publicaron un interesantísimo escrito en su cuenta de X, el nuevo Twitter de Elon Musk, donde a pesar de su corta vida, ya cuentan con más de ciento veinte mil seguidores.
La publicación, que viene acompañada por un breve vídeo-resumen de un minuto realizado por la periodista María Durán, no tardo en hacerse viral. Como no podía ser de otra manera, le dimos RT y mg. Sin embargo, para aumentar difusión, nos ha parecido recomendable compartir el escrito y el tuit con el vídeo en antiprogre.com, con el objetivo de que así quienes no tengáis Twitter podáis leerlo.
A continuación compartimos el mencionado escrito y posteriormente añadimos el tuit de HerQles con el post y el vídeo de María Durán:
Ursula von der Leyen, la mujer que gobierna a los europeos… sin que la voten los europeos
Ursula von der Leyen volverá a presidir durante cinco largos años la Comisión Europea, la institución más poderosa de la Unión Europea. Lo mejor es que Von der leyen, la mujer más poderosa del mundo según Forbes en 2022 y 2023, y sin duda, de Europa, ha llegado a serlo sin haber recibido un solo voto de los ciudadanos europeos a los que gobierna. Tanto en 2024 como en 2019, tras las elecciones al Parlamento Europeo, el cargo de presidente de la Comisión ha sido objeto de una negociación entre los dos principales grupos, el Partido Popular Europeo (PPE) y los Socialistas y Demócratas (S&D). Populares y socialistas son coalición en Bruselas y votan juntos en más del 80% de las ocasiones.
Von der Leyen, miembro del PPE y exministra de Defensa alemana con Angela Merkel, no era la favorita inicialmente en 2019, pero fue la candidata de consenso. Desde entonces, otros grupos han denunciado constantemente la falta de vínculo directo entre los votantes y la elección de los líderes que encabezan las instituciones clave de la UE.
Durante su primer mandato, Von der Leyen ha aprobado normativas basadas en la Agenda 2030 bajo la denominación de ‘Pacto Verde’. Con el apoyo, una vez más, de populares y socialistas, han comenzado a darse los pasos para prohibir los coches diésel, o se han endurecido las prohibiciones para los agricultores europeos, que deben dejar un porcentaje de tierras sin cultivar cada año, o competir con los productores extracomunitarios que usan productos fitosanitarios y otras sustancias venenosas que a ellos no se les permiten.
En la misma línea, siguiendo las indicaciones de la ONU para luchar contra el mal llamado ‘cambio climático’ -sobre el que el ser humano no tiene control-, bajo el mandato de la exministra alemana, se intentan introducir en la UE las ‘harinas alimentarias’ elaboradas con insectos, o la carne sintética, contra la que varios países comunitarios, con Italia a la cabeza, libran una batalla ante las sospechas de que sea cancerígena.
Por el contrario, si ha habido dos lobbies favorecidos por Ursula von der Leyen, han sido el armamentístico y el farmacéutico.
La presidenta de la CE gastó casi 3.000 millones de euros durante la pandemia de COVID para asegurar la compra de 1.800 millones de dosis de las polémicas vacunas, que más tarde se demostraron ineficientes y no habían sido prácticamente testadas. Todo ello para una población que no llega a los 450 millones de personas. Muy polémicos también fueron los contratos de adquisición, completamente opacos y que han sido imposibles de conocer para los grupos políticos opositores. La justicia europea llegó a fallar contra von der Leyen por este motivo, aunque finalmente se detuvieron las investigaciones contra ella por motivos electorales, debido a la cercanía de las elecciones de junio, sin que todavía se hayan retomado.
Las empresas armamentísticas de Europa y el resto del mundo también han sido beneficiadas. Por un lado, con der Leyen ha impulsado la compra de armas de manera conjunta por todos los estados comunitarios con el objetivo de aumentar el arsenal europeo, y además seguir enviando armas a Ucrania, lo que no hace más que prolongar el conflicto. Por otro, la exministra alemana advertía hace pocos meses a los europeos de que debían prepararse por si eran llamados a filas, algo que pretendía convertir en obligatorio.