Sí, los datos oficiales demuestran que existe una relación directa entre inmigración y delincuencia en España
Javi Martínez, joven patriota y tuitero de éxito, ha compartido un análisis detallado sobre la relación entre inmigración y delincuencia en España, centrado en los delitos de sangre y violencia. Según su investigación en base a datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), estos delitos suelen tener una media alta que distorsiona las estadísticas. Sin embargo, al estudiar los delitos de seguridad vial, observó una diferencia notable: estos delitos presentan niveles mucho más bajos y razonables, acercándose a una tasa del 1%, lo que sugiere que los primeros influyen de manera significativa en la media general.
Uno de los puntos más relevantes del análisis es la distribución territorial de la inmigración africana en España. Martínez señala que esta se concentra principalmente en tres regiones: el arco mediterráneo, Madrid y el País Vasco. Estas áreas también coinciden, según el autor, con altos índices de delincuencia. En contraste, en otras zonas del país donde la densidad de inmigrantes es menor, las estadísticas de criminalidad también disminuyen, lo que refuerza su tesis sobre la relación entre estos dos factores.
Martínez subraya que algunos podrían argumentar que este fenómeno se debe más a la densidad poblacional que a la inmigración en sí. Sin embargo, rechaza esta explicación al señalar casos excepcionales, como Almería o Gerona, donde las tasas de criminalidad aumentan significativamente a pesar de no ser áreas altamente pobladas, lo que rompe la regla de la simple correlación entre población y delitos.
Utilizando una analogía interesante, Martínez compara la situación de la delincuencia en España con la de una bebida alcohólica en un vaso grande. Explica que aunque pueda parecer que hay poca concentración de alcohol, en realidad este está concentrado en ciertas áreas específicas del país, como ocurre con la delincuencia en las regiones con mayor presencia de inmigración africana.
Este análisis territorial, según el autor, genera ejemplos frecuentes de situaciones desagradables en el día a día, que se reflejan en titulares que, en su opinión, ilustran claramente la realidad. Martínez destaca que su análisis excluye a los inmigrantes nacionalizados, lo que agrava la situación de desequilibrio en las estadísticas.
Finalmente, tras presentar una cantidad significativa de datos y observar que las proporciones no varían mucho de un año a otro, Javi Martínez concluye que existe una relación entre inmigración y delincuencia en España. No obstante, recalca que esta relación es particularmente fuerte en ciertas regiones, lo que sugiere que el impacto de la inmigración sobre la delincuencia no es homogéneo en todo el territorio español.