El dólar blue perfora el suelo de los 1.200 dólares, algo impensable hace unos meses
En un giro positivo para la economía argentina, el dólar blue y otros tipos de cambio paralelos han experimentado una notable caída, rompiendo el piso de los $1200 por primera vez en cuatro meses. El dólar MEP, por ejemplo, se ha establecido en $1195, lo que representa un cambio significativo en el escenario cambiario del país. Este descenso es visto como un triunfo del plan económico implementado por el presidente Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, quienes han trabajado arduamente para estabilizar la economía y reducir la brecha cambiaria.
La baja en el valor del dólar paralelo no solo refleja una mejora en el clima económico, sino que también es resultado de una mayor oferta de dólares en el mercado, impulsada por un incremento en la liquidación de exportaciones y el reciente blanqueo de capitales. Según analistas, esta situación ha permitido al Banco Central acumular reservas, con compras recientes que superan los $110 millones, lo que a su vez ha contribuido a mantener la presión a la baja sobre los tipos de cambio paralelos. Esta dinámica ha ayudado a alinear los tipos de cambio, que ahora presentan una diferencia más manejable entre el oficial y los paralelos, en torno al 23-26%.
Economistas sugieren que la actual tendencia podría mantenerse, gracias a una combinación de factores que incluyen la mejora en las expectativas inflacionarias y una creciente confianza en las políticas económicas del gobierno de Milei. El optimismo en el mercado se ha visto alimentado por la expectativa de que las medidas adoptadas fomenten un entorno más favorable para la inversión y el crecimiento, lo que a su vez podría estabilizar aún más el mercado cambiario en el futuro.
En resumen, la reciente disminución del dólar paralelo es un indicativo de que las políticas de Javier Milei están comenzando a dar sus frutos. Los analistas son cautelosamente optimistas y creen que, si se mantienen las condiciones actuales, Argentina podría estar en camino hacia una mayor estabilidad económica, que no solo beneficiaría a los mercados, sino que también podría tener un impacto positivo en la vida cotidiana de los ciudadanos argentinos.