Mister Jägger, el último rojo enchufado en RTVE, es un sinvergüenza que tuitea cosas como: “¿Estará Marta del Castillo en Rapture?”
La reciente incorporación de Mister Jägger como colaborador en Televisión Española ha levantado una fuerte polémica, no solo por el tipo de contenido que produce el youtuber y creador de contenido, sino por su historial de comentarios ofensivos y de mal gusto. Recordemos que este personaje, cuyo verdadero nombre es Alberto Redondo Jiménez, se hizo viral en 2013 por un tuit despreciable e inaceptable: “¿Estará Marta del Castillo en Rapture?”. Dicho comentario sobre un caso tan sensible como el terrible asesinato de una joven que marcó a toda España es una muestra del tono y la falta de ética de alguien que ahora ha sido contratado con fondos públicos para un canal de todos.
El fichaje de Mister Jägger genera preocupación y desconcierto entre la audiencia de Televisión Española, una cadena que se supone debe velar por valores de respeto y profesionalidad en sus contenidos. Muchos se preguntan si es apropiado que una figura tan controvertida y, según sus detractores, “sinvergüenza” como él, tenga un espacio en la televisión pública. Las redes sociales se han llenado de críticas, y algunos usuarios han calificado la decisión de RTVE como una “traición” a los principios de la cadena. ¿Es esto lo que los ciudadanos esperan de un medio financiado por sus impuestos?
Pero este no ha sido el único incidente que ha generado indignación. Hace poco, Mister Jägger también provocó a parte de su audiencia al criticar a VOX y a grupos patriotas, como el colectivo Revuelta, que habían ofrecido su ayuda a los damnificados por la gota fría en Valencia. Mientras asociaciones y ciudadanos se unían en solidaridad con los afectados, el polémico youtuber no dudó en criticar a quienes, sin ningún interés político, se volcaron a ayudar a sus conciudadanos en un momento de crisis. Actitudes como esta no han hecho sino reafirmar la opinión de quienes consideran que Jägger es una figura que no representa los valores de compromiso y respeto que merece la audiencia de la televisión pública.
Ante este panorama, el silencio de RTVE sobre los antecedentes de su nuevo fichaje resulta inquietante. Muchos exigen explicaciones sobre cómo es posible que alguien con semejante historial de declaraciones insensibles y provocativas haya sido considerado idóneo para colaborar en un medio público. Mientras los ciudadanos exigen responsabilidad y coherencia a los responsables de la cadena, la contratación de Mister Jägger deja un amargo sabor de boca y plantea una incómoda pregunta: ¿hasta qué punto RTVE está dispuesta a ignorar la ética con tal de poder enchufar a los suyos?