Los hombres que dicen ser mujeres han robado 890 medallas en el deporte femenino
Según información publicada por Marcos Ondarra, periodista de The Objective, la participación de personas transgénero, es decir, hombres biológicos que se identifican como mujeres, en competiciones deportivas femeninas ha causado que más de 600 atletas mujeres pierdan al menos 890 medallas en 29 disciplinas distintas. Estos datos provienen de un informe reciente de Reem Alsalem, Relatora Especial de la ONU sobre la Violencia contra las Mujeres y las Niñas, quien ha solicitado el regreso de competiciones deportivas exclusivamente femeninas.
Alsalem presentó este informe ante la Asamblea General de la ONU el pasado 8 de octubre, donde incluyó abundante evidencia. Según el documento, el número de medallas perdidas por atletas mujeres podría ser incluso mayor. La relatora aboga por que las categorías femeninas en los deportes sean accesibles únicamente para personas cuyo sexo biológico sea femenino.
El informe también sugiere la creación de nuevas categorías para aquellos atletas que deseen competir en una categoría diferente a su sexo de nacimiento, o bien ampliar la categoría masculina. De este modo, las mujeres trans competirían con hombres (ya que nacieron varones) o tendrían una categoría específica.
Alsalem también señala que los atletas no deberían verse obligados a reducir sus niveles de testosterona para poder competir en cualquier categoría deportiva. Asimismo, rechaza las pruebas invasivas para determinar el sexo de los atletas, recomendando métodos menos invasivos, como frotis bucales, o pruebas genéticas en casos excepcionales.
El informe también se refiere al Comité Olímpico Internacional (COI), indicando que, si este organismo hubiese implementado estos protocolos, el escándalo del boxeo en los Juegos Olímpicos de París 2024 podría haberse evitado. En aquel evento, dos competidoras de boxeo femenino fueron sospechosas de ser hombres biológicos, a pesar de que sus pasaportes las identificaban como mujeres y no se reconocían como transgénero. Se especuló que podían tener DSD (diferencias en el desarrollo sexual), aunque presentaban cromosomas masculinos XY.
El documento subraya además que la inclusión de atletas trans en deportes femeninos puede representar un riesgo significativo para la seguridad de las deportistas. Cita ejemplos de mujeres que han sufrido lesiones graves, como fracturas de cráneo, conmociones cerebrales y dientes arrancados, en encuentros deportivos con rivales transgénero. Este riesgo no se limita solo a la competición, sino también a espacios compartidos como baños y vestuarios, donde la presencia de hombres podría aumentar la vulnerabilidad a acoso sexual, agresiones y ataques de diversa índole.