Cuba lleva cuatro días sin luz en la que se considera la peor crisis energética de su historia |

Cuba lleva cuatro días sin luz en la que se considera la peor crisis energética de su historia

Una gran cantidad de cubanos aguardaban con inquietud mientras los apagones, que ya llevaban cuatro días, seguían afectando al país. Algunos salieron a las calles para protestar, especialmente cuando el huracán Oscar impactó la costa oriental de Cuba, trayendo consigo vientos fuertes y lluvias intensas.

El régimen comunista de Cuba anunció un cuatro apagón total en solo cuatro días, lo que ha intensificado la crisis energética en la isla, considerada la más grave en su historia. En el barrio de Santo Suárez, al suroeste de La Habana, los residentes se manifestaron contra la dictadura la noche del domingo, golpeando cacerolas y sartenes.

“No hemos tenido electricidad durante tres noches y la comida se está echando a perder. Cuatro días sin luz es un abuso para los niños”, expresó Mary Karla, una vecina que vive con sus tres hijos, a The Associated Press, prefiriendo no revelar su apellido por temor a represalias del régimen de Miguel Díaz-Canel.

Los manifestantes también denunciaron la falta de agua y bloquearon las calles con basura como forma de protesta por la escasez de servicios básicos.

El ministro de Energía cubano, Vicente de la O Levy, informó en una conferencia de prensa que esperaba que la electricidad se restableciera el lunes o martes por la mañana. Sin embargo, advirtió que el huracán Oscar, que tocó tierra en la costa oriental el domingo por la noche, representaría “un nuevo obstáculo” para la recuperación, ya que afectaría a zonas clave para la generación de electricidad, como las plantas de Felton, en Holguín, y Renté, en Santiago de Cuba.

Oscar se debilitó posteriormente a tormenta tropical, pero se anticipa que sus efectos persistan en la isla hasta el lunes. Aunque en algunas áreas de la capital, que alberga a dos millones de personas, ya se ha restablecido el suministro eléctrico, gran parte de La Habana continúa sin luz.

El impacto de los apagones no solo afecta la iluminación, sino también servicios esenciales como el suministro de agua, que depende de la electricidad para el funcionamiento de las bombas. Muchos residentes han tenido que improvisar fogones en las calles para cocinar, tratando de evitar que los pocos alimentos en sus neveras se echen a perder. Con lágrimas en los ojos, Ylenis de la Caridad Nápoles, madre de una niña de siete años, expresó su “desesperación” ante la situación.

El colapso del sistema eléctrico de la isla se debió a una falla en la planta Antonio Guiteras el viernes, sumándose a problemas recurrentes en la distribución de energía en un país donde los cortes son habituales y varían según la región y el horario. La situación de las demás plantas energéticas en Cuba sigue siendo incierta.

El domingo, los cubanos formaron largas filas para comprar pan en las pocas panaderías que habían reabierto. Rosa Rodríguez, que lleva cuatro días sin electricidad, comentó: “Tenemos un montón de problemas y ninguno se ha resuelto. Venimos a buscar pan porque la panadería del barrio está cerrada y lo traen de otro lugar”.

Este apagón se considera el más grave desde que el huracán Ian golpeó la isla en 2022, dañando gravemente las instalaciones eléctricas, cuyo arreglo tardó varios días. Este año, algunas áreas han experimentado hasta ocho horas diarias de cortes de energía.

El régimen cubano indicó el sábado que parte del suministro eléctrico había sido restaurado, pero los 500 megavatios de energía disponibles estaban muy por debajo de los 3 gigavatios necesarios, y pronto se redujeron a 370 megavatios. A pesar de que el país está acostumbrado a los cortes de energía como parte de una profunda crisis económica, el colapso del viernes fue significativo.

Ante esta situación, el régimen implementó medidas de emergencia para reducir el consumo eléctrico, como la suspensión de clases en escuelas y universidades, el cierre de algunas oficinas estatales y la cancelación de servicios no esenciales. Las autoridades atribuyeron el apagón a un “aumento en el uso de aires acondicionados en pequeñas y medianas empresas y hogares”.

La crisis también se agravó por fallas en plantas termoeléctricas que no han recibido el mantenimiento adecuado en años, así como por la escasez de combustible para operar algunas instalaciones. El ministro de Energía añadió que la situación de la red eléctrica podría ser mejor si no se hubieran producido dos apagones parciales adicionales mientras se intentaba restablecer el servicio. Además, mencionó que países como México, Colombia, Venezuela y Rusia han ofrecido su ayuda para enfrentar la crisis.

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