¡Insólito! Tras 24 años de hegemonía progre, Sillicon Valley gira a la derecha: los ejecutivos están donando más al GOP que al Partido Demócrata
En 2024, la tendencia de contribuciones políticas de los ejecutivos de Silicon Valley ha cambiado drásticamente. Tras décadas de apoyo casi unánime a los demócratas, las donaciones a candidatos republicanos han aumentado significativamente. Esta nueva inclinación refleja un creciente desencanto con las políticas progresistas y su impacto en la industria tecnológica y el estado de California.
Tras 24 años de hegemonía progresista, la élite tecnológica de Silicon Valley ha comenzado a moverse hacia la derecha política, desencantada por los fracasos de las políticas demócratas tanto en California como en Estados Unidos. La promesa del “progreso” ha dado lugar a ciudades invadidas por la criminalidad, crisis de vivienda y políticas que estrangulan la innovación. Este éxodo hacia el conservadurismo es liderado por figuras clave como Peter Thiel y David Sacks, quienes han canalizado fondos hacia el resurgimiento republicano.
El experimento progresista de California, un laboratorio de políticas liberales y “woke”, ha generado una espiral descendente en la economía y calidad de vida. Silicon Valley, que alguna vez fue el epicentro del crecimiento tecnológico y económico, ha caído en el caos de altos impuestos, regulaciones asfixiantes y políticas que priorizan lo políticamente correcto sobre la eficiencia y la seguridad.
El exilio de empresarios hacia estados más conservadores como Texas y Florida resalta la desilusión con el modelo demócrata. Gobernadores republicanos como Ron DeSantis están atrayendo a estos emprendedores con regulaciones más favorables y entornos de negocio que premian la meritocracia y la libertad económica, valores que resuenan con los ideales fundacionales del sector tecnológico.
Por su parte, figuras demócratas como Kamala Harris, que en su carrera ha apoyado leyes que aumentaron el control estatal sobre la vida de los ciudadanos, se han convertido en símbolos del fracaso de las políticas que ahogan a Silicon Valley y a Estados Unidos. Con la vuelta de Silicon Valley a la derecha, el Partido Demócrata se enfrenta a la pérdida de uno de sus bastiones históricos.
