Asesinan al sacerdote Marcelo Pérez tras oficiar misa en Chiapas, México: fue acribillado por unos encapuchados, recibiendo al menos 8 disparos
El sacerdote Marcelo Pérez Pérez fue asesinado a tiros la mañana del domingo en San Cristóbal de las Casas, justo después de oficiar la misa de las siete. Se dirigía a continuar con sus deberes religiosos en la parroquia de Guadalupe cuando, mientras conducía solo en una furgoneta blanca, fue atacado a balazos, según reportes de medios locales. Los disparos impactaron el parabrisas del conductor, provocando su muerte, hecho que fue confirmado por el obispo de la diócesis de Chiapas, Rodrigo Aguilar Martínez. El gobernador del estado, Rutilio Escandón, también expresó su repudio al crimen a través de las redes sociales. Marcelo Pérez era un defensor de la paz en los Altos de Chiapas y había servido como mediador en conflictos entre autoridades y grupos criminales.
La Conferencia Episcopal de México ha condenado enérgicamente este asesinato, exigiendo una investigación transparente y eficaz. Además, ha pedido que se incremente la seguridad para los sacerdotes en el país y que se redoblen los esfuerzos para enfrentar la violencia e impunidad que afecta tanto a Chiapas como a todo el país. La violencia ha alcanzado niveles alarmantes, y los sacerdotes que luchan por la justicia y la paz se han convertido en objetivos vulnerables.
El asesinato de Pérez Pérez sigue el patrón de otros crímenes en México: hombres armados en motocicletas se acercan al vehículo de la víctima, disparan y huyen del lugar. El sacerdote había denunciado anteriormente amenazas contra su vida, incluso mencionando las cifras que habían puesto por su cabeza, las cuales ascendían hasta un millón de pesos. En un discurso dado en agosto, mencionó su trabajo por la paz, su labor en la defensa de los desplazados y su mediación en conflictos para liberar a funcionarios secuestrados. Estas palabras, compartidas por el periodista Isaín Mandujano, reflejan la situación de riesgo que enfrentaba el sacerdote, una situación que ya había sido comunicada a las autoridades.
La situación en Chiapas ha empeorado en los últimos tiempos debido a la disputa de territorios entre cárteles del narcotráfico, quienes buscan controlar las rutas de drogas y el tráfico de migrantes en la región. El estado, que anteriormente estaba relativamente alejado del crimen organizado, ahora sufre una escalada de violencia que ha obligado a muchos habitantes a huir de sus pueblos. A finales de julio, una crisis humanitaria afectó a la zona fronteriza con Guatemala, con personas cruzando al país vecino en busca de refugio. Los cárteles también se benefician de actividades como el cobro de extorsiones en el comercio local, afectando incluso a mercados turísticos en lugares como San Cristóbal. En medio de esta creciente violencia, el trabajo del sacerdote Pérez Pérez en favor de la paz y la lucha contra la drogadicción y el alcoholismo en las comunidades indígenas lo convirtió en una figura vulnerable, trágicamente silenciada por las balas.