Varapalo a Sánchez: el Tribunal Superior de Madrid tumba su querella contra Peinado y no ve prevaricación
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha resuelto este viernes no admitir a trámite la querella por prevaricación presentada por Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, a través de la Abogacía del Estado, contra el juez Juan Carlos Peinado. Este juez lidera la investigación en la que está implicada Begoña Gómez, esposa de Sánchez, en un caso de presunto tráfico de influencias y corrupción empresarial. Los magistrados explican que la querella es especulativa y contiene prejuicios, sugiriendo que su verdadero objetivo es distorsionar la legalidad del delito que se imputa al juez, que consiste en perseguir conductas inapropiadas de quienes ejercen la judicatura. Además, consideran que la querella es en realidad un intento disfrazado de justificar lo que se alega en ella.
La querella cuestionaba dos decisiones judiciales: una providencia que citaba a Pedro Sánchez como testigo en el caso de su esposa, y otra que rechazaba la petición de que dicha declaración fuera por escrito, ya que Sánchez no estaba siendo llamado en su rol de presidente, sino como familiar de la investigada. Según la resolución, la citación como testigo de Sánchez no fue relacionada con su función como presidente del Gobierno, sino como esposo de la acusada, por lo que la querella no puede sostener que su papel institucional sea inseparable de su rol personal. Aunque la fórmula utilizada por el juez para la citación pueda ser discutible, el objetivo no fue interrogar al presidente en calidad de líder del Ejecutivo, sino a un familiar de la investigada. La resolución cuenta con un voto particular que, aunque crítico, apoya la decisión de rechazar la querella, tal como anticipaba OKDIARIO.
Asimismo, los jueces califican de “extravagante” el uso de la Abogacía del Estado para presentar una querella contra un juez. Subrayan que, aunque Sánchez no es parte del proceso como testigo, tiene a su disposición tanto a la Abogacía del Estado como al Ministerio Fiscal para defender sus intereses legítimos en el caso de su esposa. Por ello, el uso de la Abogacía del Estado en esta querella es considerado inapropiado.
El TSJM señala, en consonancia con lo expresado por la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que no es adecuado convertir un legítimo debate procesal en una querella por prevaricación, ya que el sistema jurídico ofrece mecanismos para resolver estas diferencias a través de recursos. Denuncian que responder a una resolución judicial con una querella infundada es un abuso de los derechos que la Constitución otorga a los ciudadanos, y advierten que generar sospechas de prevaricación ante cada resolución con la que una parte no está de acuerdo es una actitud temeraria con consecuencias negativas.
Por otro lado, los servicios jurídicos del Estado consideraban que la citación presencial de Sánchez para testificar el 30 de julio en el Palacio de la Moncloa violó la ley, al privar al presidente de una de las garantías que le ofrece la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Según esta normativa, Sánchez, en su condición de jefe del Ejecutivo, debería haber sido citado a declarar por escrito. La querella señalaba que el juez Peinado no justificó adecuadamente por qué convocó a Sánchez de forma presencial, omitiendo explicar por qué no se utilizó el procedimiento habitual.
Esta decisión de no admitir la querella deja en una situación delicada a la Fiscalía Provincial de Madrid, que en su informe apoyaba la admisión a trámite. La Fiscalía argumentaba que la querella cumplía con los requisitos legales y coincidía en que la declaración del presidente debió realizarse por escrito, señalando además que Peinado no motivó suficientemente su decisión de citar a Sánchez en persona.
Paralelamente, el TSJ de Madrid también debe pronunciarse sobre otra querella presentada por la defensa de Begoña Gómez, que también acusa al juez Peinado de prevaricación en el marco de la misma investigación. Previamente, el tribunal ya desestimó una querella del tertuliano Máximo Pradera, y en las próximas semanas se espera que haga lo mismo con otra persona cuya identidad aún no se ha revelado.