Por mucho que a los progres les duela, la ciencia ha hablado: Los españoles compartimos más ADN con un noruego que con un moro
Un reciente estudio genético ha sacudido las creencias de los progres y demás zurdos sobre la ascendencia y composición genética de los españoles. Según los resultados publicados en el estudio realizado por parte de investigadores de la Universidad de Granada, pertenecientes al Laboratorio de Identificación genética, los habitantes de España comparten más ADN con los ciudadanos de países nórdicos, como Noruega, que con las poblaciones del norte de África, a pesar de la cercanía geográfica e histórica con este último.
Este hallazgo contrasta con la idea predominante entre los progres de que el sur de Europa, y en particular la península ibérica, tendría una conexión genética más fuerte con las poblaciones norteafricanas, debido a siglos de interacción cultural y migración.
El estudio, liderado por un grupo de científicos especializados en genética de poblaciones, ha dejado sin palabras a los progres que no se cansan de decir que somos iguales que los moros porque Al Andalus y bla, bla, bla. Utilizando técnicas avanzadas de secuenciación genética y análisis comparativos, los investigadores examinaron el ADN de miles de individuos en España y lo compararon con el de varias poblaciones europeas y norteafricanas. Los resultados indican que los españoles tienen un mayor grado de similitud genética con los noruegos que con los habitantes del Magreb.
Este hallazgo podría explicarse en parte por la influencia de migraciones y mezclas genéticas en la Europa prehistórica. Las poblaciones que habitaron el norte de Europa hace miles de años también migraron hacia el sur, dejando una huella genética que persiste hasta hoy en los españoles. En contraste, aunque las interacciones entre España y el norte de África fueron significativas durante el periodo de dominación musulmana y otras fases históricas, la cantidad de ADN compartido con las poblaciones magrebíes es relativamente baja, lo que sugiere que el impacto genético de estas migraciones fue más limitado de lo que se pensaba. En algunas zonas como el País Vasco, prácticamente inexistente (los vascos comparten un 90% de su genética con la de los franceses.
Este estudio no solo desafía las ideas preconcebidas sobre la identidad genética de los españoles, sino que también resalta la complejidad de las interacciones históricas y migratorias en Europa y el Mediterráneo. Los expertos señalan que estos hallazgos subrayan la importancia de la genética en la comprensión de la historia humana, pero también advierten que el ADN es solo una parte del complejo mosaico de la identidad cultural y étnica de una población.
Dicho todo lo anterior, solo podemos decir una cosa: por mucho que les moleste a los progres o por mucho que les duela, los españoles compartimos más ADN con un noruego que con un moro.