Cuatro marroquíes se fugan de la sala de asilo de Barajas perforando el techo y escapando por la azotea
En un episodio digno de una película de acción, cuatro ciudadanos marroquíes lograron escapar de la Sala 3 de asilo en el aeropuerto de Barajas, evidenciando, una vez más, el descontrol en el sistema de inmigración en España. Según recoge Vozpópuli, los fugitivos realizaron varios agujeros en el techo de la sala, lo que les permitió acceder a la azotea y, desde allí, continuar su huida. Las autoridades, a pesar de contar con sistemas de videovigilancia, no lograron detener a los hombres en un primer momento, y la Policía Nacional sigue buscándolos. Resulta alarmante que, a pesar de la presencia policial en el lugar, se haya producido una fuga de esta magnitud.
Este hecho, ocurrido cerca de las nueve de la noche, ha vuelto a poner en evidencia el “cachondeo” que es el control de la inmigración en España. A pesar de los avisos y esfuerzos de los agentes para localizar a los individuos, estos consiguieron burlar la vigilancia y desaparecer del complejo aeroportuario. Según la información proporcionada por Vozpópuli, la Policía Nacional ha lanzado una alerta a todas las comisarías de Madrid, con la esperanza de identificar a los cuatro hombres, quienes tienen edades comprendidas entre los 20 y los 56 años. Sin embargo, la falta de resultados hasta el momento no hace sino subrayar la precariedad del sistema.
El sindicato policial Jupol ha sido de los primeros en reaccionar a esta vergonzosa fuga, denunciando nuevamente las pésimas condiciones en las que trabajan los agentes en Barajas. La falta de personal, la carencia de medidas de seguridad adecuadas y la sobrecarga de trabajo ante la creciente llegada de inmigrantes —especialmente a través de vuelos de Royal Air Maroc— han creado un caldo de cultivo perfecto para situaciones de este tipo. Desde la agrupación policial advierten que llevan tiempo señalando estas deficiencias, que están poniendo en grave peligro tanto a los agentes como a la seguridad del aeropuerto.
Es inconcebible que, en un aeropuerto de la envergadura de Barajas, se produzcan fugas de este calibre. La ineficiencia del control migratorio en España queda patente cuando cuatro personas logran escapar perforando el techo de una sala. No solo se está comprometiendo la seguridad de los ciudadanos, sino también la de los agentes que trabajan en condiciones que rozan el absurdo. La Dirección General de la Policía y la Jefatura Superior de Madrid deberían asumir responsabilidades e implementar de una vez por todas las medidas necesarias para evitar que situaciones tan ridículas y peligrosas como esta vuelvan a repetirse.