Jaume Collboni abandona Twitter (X) y, como era de esperar, a nadie le importa
Jaume Collboni, el alcalde de Barcelona, ha anunciado que abandona X, la red social anteriormente conocida como Twitter. Y, como quien se va de una fiesta aburrida y grita “¡me voy, que me voy!” esperando que alguien lo detenga, Collboni ha soltado su dramático “adiós” en un comunicado que, para ser sinceros, no le importa a nadie. ¡Jaume, hijo, no hace falta anunciarlo! Que aquí, la mayoría ni se había enterado de que seguías ahí, compartiendo tus iluminadas reflexiones políticas entre gifs de gatos y teorías conspirativas.
Collboni se despide como si fuera el último adiós del Capitán América: “Hoy digo adiós a X. Cuando me uní en 2008, Twitter era un espacio abierto donde compartir información y opiniones”. Claro, Jaume, hace 15 años Twitter era como un café bohemio lleno de poetas urbanos y activistas comprometidos, y no la jungla de memes y bulos en la que se ha convertido. Pero, ¿de verdad creías que tu partida iba a ser un antes y un después? Que aquí estamos todos, incluidos los bots y los haters, suspirando y dándole scroll sin darnos cuenta de que Collboni ya no estará para regalarnos sus sabias palabras.
El infumable alcalde de Barcelona continua: “El nuevo propietario de la red ha agravado esta degradación. X se ha convertido en un pozo de ‘fake news’, falsedades e intransigencia, una amenaza para la democracia”. ¡Claro que sí, Jaume! Como si no lo supiéramos ya. Gracias por abrirnos los ojos con esta observación tan innovadora que nadie había hecho antes. Elon Musk ha hecho de Twitter un circo, eso lo sabemos todos, pero tu “gran gesto” de marcharte solo destaca lo irrelevante que puede ser tu presencia en la red. Nadie notará tu ausencia.
Collboni deja X: Cuando un árbol cae en el bosque y nadie lo escucha…
Collboni dice que es el momento de decir “prou” porque así se lo exige su “convicción como político demócrata y ciudadano comprometido con las libertades y el progreso”. Y ahí es cuando la risa se mezcla con un poco de pena. ¿De verdad crees, Jaume, que dejarnos sin tus tweets cambiará algo en el mundo? Es como si un crítico de cine dejara de ir al cine y esperara que Hollywood se derrumbara. Si querías combatir la manipulación de la realidad y la desinformación, podrías haber seguido en X, luchando desde dentro, o al menos ignorando los ataques mientras seguías en lo tuyo. Pero, claro, decir que te vas suena mucho más dramático.
Y así termina Collboni su adiós: “Sé que pierdo un espacio para comunicarme con vosotros. Pero nos continuaremos encontrando en otras redes sociales y, sobre todo, en las calles y barrios de nuestra Barcelona”. Bueno, Jaume, tampoco hace falta ponerse tan melodramático, que los likes y los retweets no son la base de la democracia. Seguiremos viéndote en Instagram, en Facebook, y sobre todo en las fotos de actos públicos donde intentas saludar con cara de buena persona. Un consejo: deja de pensar que tu partida es una pérdida irreparable para el ciberespacio y mejor dedícate a trabajar por la ciudad, que se cae a trozos. Una ciudad en la que en algunas horas, a ciertas horas, hay que ir esquivando machetazos.
Una abraçada, Jaume, pero sin rencor: nos vemos en las otras redes, aunque nadie te extrañe demasiado.
