Mitad lobo, mitad cordero
Tribuna abierta de Víctor Morejón, vicepresidente de VOX Guadalajara
No sé por qué últimamente la vida política en España me recuerda tanto ese relato de Kafka en el que el personaje era un híbrido, mitad cordero y mitad gato. Lo digo porque anoche en internet leí los artículos y las entrevistas de un profesor llamado X, y descubrí que dicho profesor no es un afiliado al antiguo comunismo (donde era obligado fingir o proyectar una doble personalidad), pero deduzco, analizando sus ideas, que su ideología tal vez se enmarque en esa “nueva moda” de la izquierda que se nombra, con un sello demasiado utópico, neocomunismo.
De lo que sí estoy plenamente convencido, después de leer sus palabras escritas y orales, es de que el profesor X se mueve a la sombra del PSOE actual.
No quiero decir con esto que el profesor X obedezca a órdenes superiores ni que actúe por dinero (no poseo pruebas de que le paguen por escribir ni por expandir su propaganda neocomunista a favor de Sánchez en los periódicos). Sólo digo que su ideología es bastante afín a este Gobierno.
La diferencia entre dicho profesor y yo es que yo hablo desde mi experiencia personal y desde el corazón. El profesor X, en cambio, escribe y se expresa en sus artículos desde su fría cabeza de politólogo.
Nos diferencian o nos separan grandes muros, no sólo ideológicos, sino también de creencias y de dignidad humanas.
Con el paso de los años he aprendido una cosa: la persona que defiende el comunismo (también sus ideologías afines) a la edad que ya tiene el profesor X, o es un oportunista de manual o es un ingenuo.
Yo no creo que el profesor X sea un ingenuo, pero sí me parece curiosa su afinidad por este Gobierno.
Me parece curioso, por ejemplo, que el Gobierno actual avale una Ley de Amnistía y una futura independencia (referéndum) en Cataluña y que dicho profesor, en una entrevista, si mal no recuerdo en 2022 o 2023, diga que “le duele la desaparición en bloque de la antigua URSS”. ¿No le duele ahora mismo que España se desintegre delante de sus ojos? ¿No se siente mal cuando observa desde su sillón de profesor universitario que España se dispara hacia el abismo de una dictadura con matices sanchistas?
Un aspecto que también me llama la atención del profesor X es que en su currículum él mismo diga que “ha realizado estancias de investigación en la Academia de Ciencias de Rusia (Moscú)”. ¿Es mentira lo que escribe el profesor en su propio currículum? ¿Es acaso miembro de esa familia de mentirosos a la que pertenece Sánchez? ¿Miente cuando finge no saber, a pesar de su trabajo, que cualquier ciudadano español, bajo la transparencia y amparado por la ley, tiene derecho a conocer las cuentas de las instituciones públicas en este país? ¿Miente por casualidad en algún dato más al escribir sobre su experiencia (personal y laboral)?
Sé que el profesor X (lo dice en una de sus entrevistas) les da mucha importancia a los símbolos. Tal vez desconozca, aunque hable sobre ellos, el Diccionario de los símbolos, de Cirlot (me lo imagino después de leer este artículo buscando en internet quién demonios es Cirlot).
De lo que sí estoy seguro es de que el profesor X (lo mismo en Rusia que en España) leyó El Maestro y Margarita, de Mijaíl Bulgákov. Lo digo porque su conducta, a veces servil, me recuerda mucho a uno de los personajes que salen en el primer capítulo de dicha novela discutiendo sobre si Cristo existió o no.
Sobra decir que el profesor X se parece muchísimo al personaje mayor que niega la existencia de Jesús (por sus cualidades morales, no por su edad).
Sobra decir también que en nada me recuerda al personaje joven e ingenuo, que se nombra con ironía del autor en la novela, Iván Desamparado.