La Caperucita española y los rojos |

Tribuna abierta de Víctor Morejón, vicepresidente de VOX Guadalajara

El pasado jueves, 30 de mayo (el mismo día que el Congreso, controlado por socialistas, separatistas y filoterroristas, aprobaba la Ley de Amnistía), el profesor Jesús de Andrés publicó un artículo en Nueva Alcarria, que se puede resumir en dos líneas escritas por él mismo: «en España hoy en día no está en juego la democracia» y «no viene el comunismo, ni el lobo está cercando el rebaño».

Todo su brillante currículum, incluso sus estudios en Rusia (un detalle bastante curioso), todas sus citas de Levitsky y de Ziblatt en realidad son la cáscara que envuelve la carne envenenada de la fruta ideológica, y ocultan la verdadera intención de su escrito: que el pueblo español confíe en el Gobierno de Pedro Sánchez y que las ovejas sigan pastando adormiladas dentro del corral.

Me parece llamativo que el profesor de Andrés no hable del peligro que corrió España en el siglo XX de convertirse en una dictadura comunista (uno de los mayores objetivos del comunismo internacional, antes, o sea, en el pasado, y también ahora).

¿Desconoce acaso el profesor el papel de Rodríguez Zapatero dentro de la madeja de ese comunismo? Ayudando primero a Fidel Castro a desmontar la oposición pacífica interna, otorgando refugio a sus principales dirigentes en España para descabezar los partidos políticos y las diferentes organizaciones. ¿Ignora el papel de Zapatero para sostener durante todos estos años la dictadura comunista en Venezuela? ¿Le parece casual la involucración casi devota del mismo Rodríguez Zapatero en el Gobierno de Pedro Sánchez? ¿No ve similitud acaso entre los objetivos de Pablo Iglesias, antes de formar su coalición de gobierno, con los objetivos de Pedro Sánchez en la actualidad?

No quiero pensar mal de sus intenciones al responder a mi artículo, pero al leerlo a mi memoria vino aquella frase de mi abuelo «Dios los cría y el diablo los junta».

Por mi parte, seguiré defendiendo la tesis de que la democracia en España pende de un hilo, que reside sólo, hoy en día, en el Consejo General del Poder Judicial.

De las tres patas que sostienen la mesa de la democracia en España, sólo queda una: la judicial.  También seguiré alertando al pueblo español del peligro que corre si cae en la boca del lobo. El peligro, señor de Andrés, viene del pasado, sí, pero también del futuro que viví (o padecí) en Cuba.

En esa Cuba los oficiales y los agentes de la policía política también intentaban adormilar a las masas, a través de la propaganda, el terror y la desinformación.

Todos esos oficiales y agentes (o la gran mayoría de ellos) estudiaron también en Rusia.

No es un problema de votos y de armas (mi intención no es jugar con el título de uno de sus libros, ya le dije, que su currículum me parece brillante). El problema, en verdad, es que el lobo se ha metido ya dentro del corral, y sería muy triste que llegásemos a convertirnos en simples personajes de la novela «Rebelión en la granja», de Orwell. O lo que es peor aún, que España no sea capaz de apartarse (parafraseando al poeta César Vallejo) del cáliz infernal del comunismo.

1 pensamiento sobre “La Caperucita española y los rojos

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