La Vitamina C no es para pobres: La inflación descontrolada convierte al zumo de naranja en un artículo de lujo |

La Vitamina C no es para pobres: La inflación descontrolada convierte al zumo de naranja en un artículo de lujo

Los gobernantes globalistas tienen prioridades y ninguna de ellas es hacer lo posible para que pagues menos en el super. Por si acaso la inflación no fuera suficiente para encarecer el carro de la compra, el mal tiempo se ha sumado a la crisis de la producción de naranjas, que dura ya tres años. En el principal productor mundial del cítrico, Brasil, la meteorología no ha acompañado y la producción se ha resentido.

En 2023-2024 los productores brasileños de naranjas alcanzaron “su menor cosecha en décadas”. Los cartones de zumo de naranja han disminuido drásticamente en las estanterías de los supermercados y sus precios se están disparando.

En Florida, segundo productor de naranjas del mundo, la ola de frío también ha contribuido a devastar los naranjales, hasta el punto de que en dos décadas la oferta de zumo de naranja pasó de 240 millones de latas por año a sólo 17 millones por año”, según Kees Cools, presidente de la IFU (Asociación Internacional de Zumos de Frutas y Verduras). “Es una crisis que nunca antes habíamos visto, ni siquiera durante los períodos de heladas y grandes huracanes”, afirma Cools.

Para ajustar la oferta con la demanda, los fabricantes de zumos están autorizados a congelar naranjas durante un periodo máximo de dos años. Ese plazo ya se ha agotado y la carestía de reservas en los almacenes se va a empezar a notar.

Naturalmente, los medios de intoxicación aprovechan la crisis para culpar al cambio climático. Desde hace años los naranjos de Brasil sufren condiciones climatológicas adversas, que han estimulado la proliferación de una enfermedad incurable, llamada “del dragón amarillo”, que reverdece los cítricos.

Los fabricantes quieren falsificar los zumos y recurrir a las mandarinas u otros ingredientes, pero tendrían que cambiar el código de normas alimentarias del Codex Alimentarius de la ONU y cambiar la legislación de en muchos países. En cualquier caso, el sabor cambiaría inevitablemente.

Mientras tanto, los precios seguirán subiendo a pesar de que los consumidores ya no pueden pagar las exorbitantes subidas de precios, que se han disparado un 440 por cien desde 2020. “Espere jugosos retornos”, comenta la prensa económica especializada. “El precio del concentrado aumentará a unos 550 dólares en los próximos meses”. Ya se frotan las manos a la espera de grandes beneficios.

Dentro de muy poco tiempo el zumo de naranja pasará a convertirse en un artículo de lujo. Los pobres no podrán acceder a la Vitamina C. Sin embargo, las calles, al igual que ahora, seguirán vacías. Ninguna protesta a la vista en relación a este tema de vital importancia. A seguir disfrutando de lo votado.

Fuente: mpr21

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