La juez manda a Risto Mejide al banquillo por delito de odio contra los no vacunados
Risto Mejide y el cómico Miguel Lago se enfrentan a una pena de hasta cuatro años de prisión
La magistrada María Ángeles Velázquez ha mandado al banquillo de los acusados a Risto Mejide y a Miguel Lago por cometer, presuntamente, un delito de odio contra la población no vacunada, según adelanta Teresa Gómez, periodista de tribunales de OKDIARIO.
Según ha podido saber la periodista del mencionado medio digital, la titular del Juzgado de Instrucción número 27 de Madrid ha dictado un auto de apertura de juicio oral contra el presentador y uno de los entonces colaboradores del programa Todo es Mentira por la «reiteración de una conducta que por su gravedad, reiteración o entidad discursiva pudiera provocar, directamente o indirectamente, sentimientos de odio».
Ambos fueron denunciados en noviembre de 2021 por la Asociación Liberum y por el abogado José Luis Mazón, que los acusaban de cometer un presunto delito de odio, recogido en el artículo 510 del Código Penal. En él se castiga a quienes promueven la discriminación, el odio o la violencia contra una minoría con pena de prisión de uno a cuatro años y una multa de 6 a 12 meses.
En aquellas fechas, en el espacio de Cuatro que conduce Mejide, tanto el presentador como sus colaboradores opinaban sobre las medidas restrictivas que varios países planeaban aplicar contra la población no vacunada. «Son medidas que prácticamente convierten a los no vacunados en apestados, cosa que a mí me parece bien», espetó el presentador. «Si decides no vacunarte, allá tú. Todo el mundo es respetable, pero no todas las ideas son respetables ni merecen un respeto», añadía.
Unas declaraciones por las que la juez María Ángeles Velázquez Martín acordó reabrir unas diligencias que habían sido sobreseídas provisionalmente. En el auto, al que tuvo acceso OKDIARIO, la magistrada señalaba que en los nuevos hechos denunciados «se hace constar la aparición de nuevas circunstancias que ponen de manifiesto la reiteración de una conducta que, por su gravedad, reiteración o entidad discursiva pudiera provocar, directa o indirectamente, sentimientos de odio, violencia o de discriminación contra un determinado colectivo, y contrario a la convivencia».
Por ello, la instructora acordó la práctica de nuevas diligencias y citó a declarar a los investigados. Entre los imputados también se encontraba la humorista Anabel Alonso, que tuvo declarar ante la juez. Pero, finalmente, la magistrada ha decidido archivar las diligencias que se seguían sobre Alonso.