Manifestaciones multitudinarias y casi diarias en República Checa
Decenas de miles de manifestantes checos protestaron el viernes contra su gobierno, exigiendo la dimisión del primer ministro Petr Fiala, la salida de la OTAN y la negociación de las compras de gas a Rusia. Hartos de la subida de los precios de los alimentos, la energía y la vivienda, las manifestaciones son casi diarias, según informa el medio digital mpr21.
“Se trata de un nuevo renacimiento nacional y su objetivo es que la República Checa sea independiente”, dijo el organizador Ladislav Vrabel. “Cuando veo esta movilización tan fuerte, nadie puede detener este movimiento espontáneo”.
Las manifestaciones tuvieron lugar tanto en la capital, Praga, como en la segunda ciudad checa, Brno, organizadas bajo el lema “La República Checa primero”.
“Rusia no es nuestro enemigo, el gobierno belicista es el enemigo”, dijo un orador. La República Checa ha donado tanques y otras armas pesadas a Ucrania y ha proporcionado casi medio millón de visados a los refugiados ucranianos, así como otros beneficios.
La manifestación fue la tercera de una serie organizada por un grupo que exige la salida de la República Checa de la OTAN y la mejora de las relaciones con Rusia. Al igual que en Estados Unidos, el gobierno checo trató de desacreditarlas por tratarse de acciones promovidas por Rusia.
El gobierno checo ha intentado combatir la subida de precios con subvenciones a las empresas y topes de precios de la electricidad para los hogares.
Las protestas del viernes forman parte de una creciente ola de descontento en toda Europa. El jueves, miles de personas se manifestaron en Francia para exigir un aumento de los salarios que compense el aumento del coste de la vida, entre ellos profesores, personal sanitario y trabajadores ferroviarios en huelga. En las últimas semanas también se han producido manifestaciones similares en Alemania, Austria y Bélgica.
“El descontento es enorme y la gente no confía en que su gobierno tenga una estrategia plausible para hacer frente a la crisis”, dijo el encuestador alemán Manfred Güllner al Wall Street Journal.
En un momento en que tres cuartas partes de los hogares alemanes están reduciendo su consumo de energía, sólo el 9 por cien cree que el canciller Olaf Scholz tiene una buena estrategia para superar la crisis energética. Mientras que las protestas francesas no tenían como objetivo el régimen de sanciones de Occidente contra Rusia, los manifestantes alemanes pedían su fin.
El descontento aumentará en todo el mundo, a medida que más y más personas relacionen las sanciones occidentales con su miseria personal… Todo por una guerra para poner a Rusia contra las cuerdas.