JP Morgan rebaja la calificación de Petrobras ante la llegada del títere de Lula a la dirección de la petrolera
El nuevo Gobierno brasileño promete modificar la política de Petrobras a partir del próximo mes de enero. Se descarta la privatización planificada por Bolsonaro, se impulsará un desacople irresponsable con los precios internacionales y se impulsará la “agenda verde” en Brasil. El cambio de signo político en Brasil también afectará a Petrobras, la petrolera estatal más importante de Sudamérica. El nuevo presidente electo Lula da Silva trascendió que el socialista Jean Paul Prates podría ser el nuevo director ejecutivo de la empresa a partir de enero de 2023, según informa La Derecha Diario.
Vinculado al sindicalismo, al ambientalismo y al PT, Prates es conocido por sus posturas muy poco convencionales acerca de la política de precios energéticos en el país, así como su negativa para la profundización de la explotación de combustibles fósiles.
Bajo una hipotética gestión del PT al frente de Petrobras, y siguiendo las promesas de campaña del propio Lula, se especula con el fin del anclaje entre los precios internacionales y el precio de los combustibles en el mercado doméstico.
Lula promete dar marcha atrás con la desregulación energética impulsada por Michel Temer en 2016, y mantenida más tarde por el presidente Bolsonaro a lo largo de su mandato. En su lugar, el nuevo Gobierno promete apostar por un sistema de desacople de precios arbitrario y demagógico, similar al que actualmente opera en países como Argentina o Venezuela.
En el marco de la disfuncional política de precios, la nueva gestión promete nuevas inversiones focalizadas en garantizar la transición energética del país, lo cual podría implicar el crecimiento de los déficits operativos que deberán ser cubiertos por asistencia del Tesoro brasileño.
Es por estas razones que la importante firma internacional JP Morgan Stanley decidió rebajar la calificación crediticia de Petrobras, los mercados reaccionaron adversamente y decidieron rebajar sus posiciones en títulos de la petrolera.
Los bonos de Petrobras con vencimientos para 2023 registraron una caída del 7,04% en la apertura del día lunes, los bonos para 2024 cayeron un 8,5% y los diarios cotizaron casi un 10% menos en las primeras horas de la jornada.
Los mercados se anticipan al nuevo rumbo fiscalmente irresponsable que promete llevar a cabo el PT, y reaccionan negativamente frente al abandono de la iniciativa privatizadora que había prometido impulsar Jair Bolsonaro en caso de ser reelecto presidente.
La marcha atrás con los planes de privatización implica, en la práctica, que la nueva capitalización de la empresa ya no tendrá lugar con fondos del sector privado y ahorro genuino, sino que esos recursos deberán ser provistos por un Estado con importantes desequilibrios fiscales aún sin resolver.